viernes, 27 de noviembre de 2009

Lo que ahora se necesita saber para comprar vuelos baratos. Primera Parte




En la actualidad, comprar vuelos baratos no resulta nada fácil a pesar de las ofertas que las aerolíneas lanzan con el atractivo envoltorio de vuelos desde 1 euro.

Esto parece un contrasentido, ya que la crisis económica ha hecho bajar los precios de los vuelos, por lo que cabría suponer que fuera más fácil que antes poder comprar cómodamente uno de ellos.

Hace años, antes de establecerse la cultura de los vuelos baratos, todo se limitaba a ir a la agencia de viajes de la esquina y el agente nos explicaba el abanico de posibilidades que teníamos a nuestro alcance en función del presupuesto.

Los billetes de avión eran entonces documentos en papel y todo lo que teníamos que hacer era pagar nuestra factura, sin tener que preocuparnos de nada más.

Para volar no era necesario hacer ninguna otra gestión; sólamente teníamos que acudir al aeropuerto en el momento adecuado con nuestro equipaje correspondiente y un amable empleado de la aerolínea de ocupaba del resto, siendo impensable que pusiera pegas en el caso de que llevábasemos dos o tres maletas o nuestro equipaje de mano sobrepasara las dimensiones del compartimento de cabina.

Podíamos pagar en efectivo, con tarjeta (cualquiera que no estuviera caducada, claro) o a cómodos plazos mensuales.

La tarjeta para embarcar nos la facilitaba el empleado en el momento de facturar nuestro equipaje en el aeropuerto, así que toda la responsabilidad del viajero era presentar el billete de papel que nos habían dado en la agencia.

En el transcurso del viaje nos daban un refrigerio y comida o cena, según la duración del desplazamiento.

En vuelos intercontinentales había un par de comidas, por ejemplo, un desayuno al alcanzar la altura de crucero y una comida antes de llegar a nuestro destino.

Además, durante el vuelo, podía uno consumir cervezas o bebidas alcohólicas o refrescantes a discreción, así como pedir más comida para entretener el pesado transcurso del viaje.

Nos vendían un vuelo y los servicios adicionales para hacer que el hecho de volar, especialmente en medios y largos recorridos, fuera una experiencia agradable.

No es que los vuelos fuesen más caros, es que el concepto de vuelo, comprendía no sólo el desplazamiento en sí, sino los servicios adicionales que el vuelo requería y el público demandaba.

Las empresas enviaban a sus ejecutivos a sus destinos de negocio en la llamada por tal motivo clase business, que ofrecía mucho mayor espacio y confort que la escueta clase turista.

Los precios de esta clase business eran mucho más elevados que los de la clase turista, a veces el doble o incluso el triple, pero bien valía la pena el gasto a las empresas, inmersas en la bonanza de prosperidad de los años atrás, para que sus ejecutivos llegasen descansados a sus reuniones de negocios.

Hasta que llegó la crisis económica y cambió el simple concepto de los vuelos por el de los vuelos baratos o vuelos low cost.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Comprar vuelos baratos para Navidad




Seguramente usted ya ha comprado su vuelo para viajar en las próximas fiestas de Navidad o Año Nuevo.

A estas alturas de noviembre la mayoría de las personas que tienen pensado viajar para las fiestas de Diciembre ya han comprado sus billetes.

Como venimos viendo estos días, muchos vuelos han subido de precio, así que si usted ha hecho ya su compra habrá obtenido un ahorro considerable en algunos casos.

Hoy me preguntaba si realmente todos los que ya compraron ahorraron dinero; si el ser organizado y previsor, no dejando todo para última hora, reporta en este caso beneficios.

Y también me preguntaba que habría sucedido si los que compraron antes del 20 de noviembre lo hubieran hecho hoy mismo.

Para ello he tomado 100 vuelos de diversas rutas y he examinado sus gráficos de precios.

De los 100 vuelos, 13 son del 50 al 116 por ciento más caros comprados ahora; 48 son de un 1 a un 50 por ciento más caros; 6 tienen ahora más o menos el mismo precio; 26 son ahora entre un 1 y un 50 por ciento más baratos; y 7 son entre un 50 y un 155 por ciento más baratos.

Se ve en el estudio que la mayoría de los vuelos han subido (61%), aunque antes del análisis hubiera pensado que el porcentaje de vuelos que suben hubiera sido mayor.

También vemos que sólo 6 vuelos permanecen con variaciones mínimas del precios, es decir que la mayoría de los vuelos sufren variaciones importantes o muy importantes en el precio y, por tanto, saber el momento adecuado para comprar es fundamental para adquirir vuelos baratos.

El punto anterior también pone de manifiesto que el uso de metabuscadores o comparadores de precios de vuelos tales como los que abundan en internet no tienen mayor utilidad a la hora de comprar un vuelo barato.

Y también sorprende el hecho de que los vuelos que bajan de precio moderada o drásticamente son más numerosos de lo que hubiera sido previsible esperar: un 33%, es decir, un tercio del total.

A la vista de ello, si usted ha comprado ya su vuelo para las próximas fiestas ha hecho bien, ya que tiene más posibilidades de haber comprado un vuelo a buen precio.

Pero si es de esas personas que suele dejar las cosas para el último momento, también tiene suerte, pues puede tratar de reservar algún vuelo de ese 33% que ahora está más barato o mucho más barato que antes, con lo que conseguirá un excelente ahorro que no habría podido obtener de haber comprado ya su vuelo.

El estudio lo hemos hecho seleccionando vuelos con salidas desde Madrid o Barcelona a diversos puntos de España, de Europa o de América, mayoritariamente a Tenerife, Málaga, Palma de Mallorca, Alicante, Lisboa, Londres, París, Praga, Dublín, Bruselas, Berlín, Roma, Munich, Bogotá, Nueva York, Buenos Aires, Ciudad de México, Lima, Montevideo, Santiago de Chile, Quito, Los Ángeles y otros destinos hasta completar los 100 vuelos estudiados.

Los días de salida se han situado entre el 12 y el 23 de diciembre y el regreso entre el 2 y el 10 de enero.

Así que si ha pensado no viajar por creer que en esas fechas no iba a conseguir un vuelo barato, quizá sea ahora el momento de intentarlo.

A continuación pueden verse los gráficos de algunos de los días en los que ahora es más barato comprar el vuelo.

Hasta 1400 euros puede ahorrarse comprando ahora el vuelo

Obsérvese como el precio cae unos 300 euros en los últimos días

300 euros pueden ahorrarse comprando ahora en relación a los que lo hicieron hace 15 días

En cambio, los precios de algunos vuelos aunque varian casi a diario no sufren variaciones tan drásticas.

Los vuelos a EEUU son más baratos y presentan variaciones de precio menos importantes

Finalmente, vemos un caso de los examinados en el estudio, que, como se aprecia, ha multiplicado su precio por 3 en los últimos días.

Comprando este vuelo hace días se habría obtenido un espectacular ahorro.

sábado, 21 de noviembre de 2009

¿Los vuelos de Ryanair son más baratos?




Las aerolíneas de bajo costo se esfuerzan cada día más por mantener bajos sus precios para ir ganando cuota de mercado a las aerolíneas convencionales, cuyos costos operativos son mayores y, por tanto, el precio de los vuelos que pagan sus usuarios también es mayor.

En España ya han desbancado en el número de pasajeros transportados este año a sus competidoras tradiciones, como Iberia, y, mientras estas aerolíneas, pierden pasajeros y dinero, las low cost ganan en clientes y sus cuentas de resultados experimentan ganancias o pérdidas mínimas.

En diciembre, las tradicionales vacaciones de Navidad aumenta la demanda de vuelos, tanto de corto como de medio recorrido, que son los normalmente operados por las low cost, al menos de momento.

Esta demanda sube los precios en diciembre, pero las aerolíneas de bajo coste contraatacan lanzando ofertas en esos días para atraer a gran cantidad de usuarios que no se habrían planteado volar a los precios normales del mercado.

Ryanair es experta en usar los medios de comunicación para lanzar sus campañas publicitarias del tipo Un millón de plazas a un euro por trayecto, sin costo alguno, disfrazando la publicidad de noticia, y así estos días vemos "noticias" de esta campaña en numerosos medios on line, como por ejemplo La Voz de Galicia, cuyo titular destaca: Ryanair lanza vuelos a un euro para celebrar el aniversario de su ruta a Madrid.

No solemos hacernos eco de campañas publicitarias de este tipo ya que los precios que recomendamos tienen que ser comprobados previamente, ver si existe disponibilidad y examinar los recargos en que los pasajeros normales incurrirán en su vuelo.

Esta vez, siguiendo la recomendación de los medios hemos entrado en la web de Ryanair para adquirir uno de los vuelos a un euro el trayecto desde Madrid a Palma de Mallorca para viajar en diciembre, concretamente sería ir el 16 de diciembre y volver el 21 de dicho mes.

Efectivamente, encontramos un vuelo a 0,93 euros, más 30 céntimos de euro por las tasas, lo que suma el euro por trayecto publicitado.

También para la vuelta el 21 de diciembre encontramos el vuelo FR2052 que por un euro de tarifa más 0,04 euros de tasas nos llevará de vuelta a Madrid.

Claro que la lista de recargos es amplia, empezando porque para pagar habrá que usar la tarjeta VISA ELECTRON, con cualquier otra que usemos incurriremos en un recargo, advirtiéndonos, además, de que incluso con esta tarjeta sólo estaremos libres de cargo durante un periodo de tiempo limitado.

Aun así parece que nuestro vuelo de ida y vuelta podrá salirnos por los 2,04 euros de la publicidad, ya que en esta oferta la facturación en línea no se cobra, como parte de la misma.

Desgraciadamente, examinando la lista de recargos de la oferta vemos que la Tasa de Tramitación sí tendremos que pagarla, y su precio es de 5 euros por cada trayecto, es decir 10 euros por tramitar nuestro vuelo de ida y vuelta.

Claro está que todavía nos parece un buen precio los 12,04 euros que ya nos cuesta el vuelo, gracias a esta oferta y a disponer de nuestra VISA ELECTRON.

Como no queremos incurrir en recargos vamos ligeros de equipaje, así que para los cuatro días que estaremos en Palma de Mallorca bien nos apañaremos con una pequeña bolsa o maleta de menos de 10 kilos de peso, pues tampoco es cuestión de llevar el neceser de aseo personal en el bolso de la chaqueta.

Sin embargo, vemos que al entrar en la pantalla de datos del pasajero, tras confirmar las fechas de nuestro vuelo aparecen nuevos cargos, ya que por el equipaje de 1 a 15 kg, tendremos que pagar otros 15,54 euros más por cada vuelo, o sea que habrá que añadir 31,08 euros más, es decir, que ya nuestro vuelo de dos euros nos está costando 43,12 euros.

No es que digamos que 43 euros sea un precio caro para viajar esos días, antes al contrario, nos parece un buen precio y le recomendamos que si piensa viajar sobre esas fechas aproveche esta oferta: si es que logra esquivar alguno de los múltiples recargos más que le acechan durante el proceso de compra usted podrá viajar de Madrid a Palma de Mallorca a un buen precio.

Eso sí, rechazamos la publicidad que hacer creer que se podrá viajar por 2 euros cuando será muy difícil hacerlo por menos de 43, aunque realmente quizá haya un par de personas que sí logren hacerlo por menos de 10 euros.

Personalmente preferiría viajar esos días aprovechando las ofertas de Iberia o Spanair por un precio total de 38,02 ó 40,02 euros respectivamente, que como se ve es bastante más de los dos euros que oferta Ryanair y algo menos de los 43 euros que me cobrará, con lo que podré pagar algo menos y librarme del estrés de pensar si tendré que hacer algo que me obligará a pagar un nuevo recargo.

Lo repetimos: no siempre la opción que parece más barata es la mejor, ya que una cosa es la propaganda y otra los hechos.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Los retrasos en los vuelos disminuyen




Uno de los inconvenientes temidos por los pasajeros que llegan al aeropuerto es leer en la pantalla de salidas que su vuelo está retrasado.

Los retrasos en los vuelos no ya sólo harán perder al pasajero horas de su tiempo que iban a ser dedicadas al descanso, a los negocios o a la visita familiar, sino que fomentan las aglomeraciones en los aeropuertos, con las molestias que esto conlleva.

La recesión económica, de la que ahora apenas algunos países empiezan a salir, trae también alguna cosa buena: los tiempos de espera en los aeropuertos disminuyen.

Ya no será necesario estar tanto tiempo sentado en las salas de la puerta de embarque viendo como el vecino de enfrente lee un libro para aprovechar los minutos (¡esperemos que no las horas!) mientras llega el momento de embarcar.

¿Y por qué esta mejoría en la puntualidad de salida de los vuelos que se registra en la mayoría de aeropuertos del mundo?

Parece ser que se debe en gran medida a la caída en el número de vuelos que los aeropuertos gestionan como consecuencia de la crisis económica.

Como las aerolíneas tienen menos pasajeros han reducido vuelos y frecuencias, así que hay menos personas embarcando y desembarcando, por lo que los retrasos que estas operaciones ocasionaban han disminuido.

Claro que esto no ocurre en todos los vuelos ni en todos los aeropuertos, aunque en algunos su efecto ha sido notable.

Ahora bien, si pensaba poder disfrutar de la eliminación de estos inconvenientes en su próximo vuelo, quizá debería rebajar su optimismo.

Porque, cuando la crisis pase por fin, la demanda se haya incrementado y las frecuencias y rutas se hayan restablecido a los términos anteriores, lo más probable es que reaparezcan los retrasos en los vuelos y los tiempos de espera volverán a los niveles a los que ya estábamos acostumbrados.

Tampoco podemos olvidar que algunos retrasos están ocasionados por las condiciones meteorológicas adversas en algunos aeropuertos y épocas del año, por lo que, en cualquier caso, no podríamos librarlos de ellos completamente.

Aunque, bien pensado, quizá debamos alegrarnos de la vuelta de las congestiones en los aeropuertos pues será indicativo de que la crisis ya ha terminado.

jueves, 5 de noviembre de 2009

Comprar vuelos baratos: cada vez más difícil




A pesar de la capacidad de los consumidores para encontrar las mejores ofertas, el sistema de publicación de precios, la publicidad engañosa en algunos casos, y los constantes cambios, impiden que el consumidor pueda hacer una buena compra.

No se corresponde con la realidad la afirmación muy frecuente que nos dice que la generalización de Internet permite a los usuarios encontrar un vuelo barato a unos clics de ratón.

Esta frase la leemos con frecuencia en artículos periodísticos de los diferentes medios de comunicación.

Ayer mismo leíamos en un artículo que el uso de los buscadores de vuelos hace que el usuario pueda ahorrar mucho dinero al reservar sus vuelos online.

Es verdad que muchos usuarios compran sus vuelos aplicando los resultados que los buscadores les ofrecen y quedan satisfechos en la creencia de haber realizado una buena compra.

Es un convencimiento personal, pues se puede elegir entre varios precios, aerolíneas y combinaciones diversas, así que cuando finalmente se hace la compra uno puede pensar que ha seleccionado el mejor precio y quedar satisfecho con la elección.

Esto no significa en absoluto que haya comprado un vuelo barato: puede que la persona que finalmente se sentará a su lado en el avión haya adquirido su billete a la mitad de precio de lo que él ha pagado.

¿Es esto posible? No sólo es posible sino que sucede con frecuencia.

En este momento cada asiento de un vuelo determinado tiene un precio diferente, y dentro de tres horas, por ejemplo, muchos de los asientos de este vuelo habrán cambiado de precio.

Ni qué decir tiene que un vuelo de la misma ruta con una aerolínea diferente tendrá los precios de los asientos también diferentes, y asimismo variarán con mayor o menor frecuencia en el transcurso del tiempo.

Y, por supuesto, si en lugar de viajar un día determinado se viaja al siguiente los precios serán totalmente distintos.

Pero aún hay más: el desglose de tarifas que ahora practican las aerolíneas low cost y algunas tradicionales dificulta mucho conocer el precio real del vuelo, al no saber cuántos recargos se deberán abonar, pues un vuelo de bajo coste puede resultarnos más caro por muchos motivos, como, por ejemplo, si la aerolínea nos deja en un aeropuerto secundario y tenemos que pagar un transporte adicional para llegar a nuestro destino.

Supongamos que usted viaja de Madrid a París. Si lo hace con la compañía A, pagará, por ejemplo, 330 euros.

En cambio, si la hace con la B pagará 210 euros. Y si lo hace con la C, sólo 79 euros más varios recargos, que en el momento de la compra debería tener claros para ver si finalmente el vuelo será más caro o no que viajando con las aerolíneas A o B, cosa que a veces sucede.

Además, si en lugar de comprar ahora mismo, compra mañana, todos los nuevos precios pueden ser diferentes, y si lo hace dentro de una semana la mayoría de ellos también habrán cambiado.

Por supuesto que este problema no se resuelve yendo a la agencia de viajes de la esquina a preguntar al empleado por el mejor precio para su vuelo.

Seguramente así también adquirirá un vuelo a precio normal o caro.

Entonces, ¿es que no sabemos comprar vuelos baratos?

La realidad es que, aunque sepamos, no todo el mundo podrá comprar vuelos baratos.

Para que algunos puedan comprar vuelos baratos otros muchos deberán comprar vuelos a precios normales (preferiblemente creyendo que compran a precios baratos) y algunos también tendrán que comprar su vuelo a precio caro (preferiblemente creyendo que compran a precio normal).

Es obvio que no todo el mundo podrá comprar a precios baratos, pues si así fuera la operación no sería rentable para el transportista, por lo que éste ya se preocupa de manejar el precio para que esto no ocurra, por lo que habrá momentos (días o semanas) en que el precio será normal e incluso caro.

Durante esos períodos la gente también compra, y como lo que ve en esas ventanas temporales es el precio normal y los metabuscadores no ofrecen precios más bajos, quienes compren en esos momentos lo harán pensando que han realizado una buena compra.

Estos consumidores menos advertidos sufragarán parte del precio de los compradores de vuelos baratos, que comprarán en los momentos en que la aerolínea baje el precio temporalmente para hacer frente a la competencia (que puede acabar de bajar el precio y estar restándole clientes), para mejorar la ocupación cuando se vea que es difícil hacerlo con compradores a precio normal o caro, o por otras muchas razones estratégicas.

Como la ventana de ofertas a precios reducidos está muy limitada en el tiempo, por ejemplo, una hora al dia, determinados días, etc., sólo los compradores que sepan realmente cuál es un buen precio para su vuelo y estén muy atentos a su evolución podrán aprovechar las compras a precios verdaderamente baratos, junto, quizá, con algún comprador que casualmente fue a comprar durante el tiempo de ofertas activo.

Hay que pensar además que comprar vuelos baratos exige mucho más tiempo y dedicación que hacerlo a precio normal, por lo que a menos tiempo dedicado más posibilidades de que la compra sea hecha a precio normal o caro.

Como decíamos antes, si usted va a la agencia de la esquina, pregunta por su vuelo y lo compra en ese momento, estará comprando probablemente un vuelo a precio caro o normal.

Si usted utiliza un metabuscador de los que abundan en internet, compara precios, selecciona su vuelo y lo compra en el sitio más barato, estará comprando un vuelo muy probablemente a precio normal o caro.

Si usted utiliza un analizador de precios de vuelos para conocer la evolución del precio con tres o cuatro meses de anticipación, aprende lo que puede ser un buen precio para su vuelo, sigue las alertas de bajadas del precio, revisa las opciones con frecuencia, sabe cuándo debe consultar el precio con más frecuencia y compra en el momento que cree que es el más adecuado, entonces estará comprando con muchas probabilidades un vuelo verdaderamente barato.

En este caso, usted será una de esas personas que sí sabe comprar vuelos baratos.

Es cierto que habrá empleado mucho más tiempo y esfuerzo que otros compradores, pero a cambio podrá estar razonablemente seguro de que la persona que se siente a su lado en el avión probablemente habrá pagado más por su billete que usted.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

El desglose de tarifas oculta el precio de los vuelos baratos




Ya habíamos hablado anteriormente sobre el hecho de que la moda de cobrar no sólo por llevar una maleta, sino por muchos otros pequeños conceptos, terminaría por generalizarse.

Las aerolíneas denominadas tradicionales siguen en pérdidas con la mirada puesta en 2010, donde el alivio económico sólo servirá para aligerar los números rojos, no para que las compañías entren en el camino de los beneficios.

En este largo recorrido hacia la recuperación económica, donde hablar de subida de precios en los vuelos, inmersos como estamos en la cultura establecida de vuelos baratos, sería un verdadero suicidio, al alejar a los pasajeros de las aerolíneas convencionales arrojándolos definitivamente en los brazos de las de bajo coste.

Es evidente que los vuelos serán cada vez más caros, al menos hasta que la demanda se recupere, ya que a pesar de las reestructuraciones, muchas aerolíneas siguen sobredimensionadas con relación a las necesidades del momento, y lo mismo se puede decir de los aeropuertos, cuyas cargas estructurales son parecidas aunque sean utilizados por menos pasajeros.

Ya algunos aeropuertos están subiendo sus tasas aeroportuarias para 2010, pues está claro que si tienen menos tráfico cada pasajero tendrá que pagar más por utilizar sus instalaciones.

Como ejemplo, ahí tenemos la queja de las aerolíneas europeas ante la subida de tasas en Polonia, y advierten que los viajeros no tendrán más remedio que volar menos o pagar más.

Así las cosas, ya las aerolíneas desligan el precio del vuelo que venden a sus clientes de las tasas para que quede claro desde el principio quien es el malo de la película.

Para que la tarifa quede lo más adelgazada posible, y, así en contraste con las tasas, parezca un vuelo muy barato, se echa mano del desglose de tarifas.

Este mecanismo consiste en relacionar y cobrar aparte de la tarifa toda una serie de conceptos que las aerolíneas saben que usan un elevado porcentaje de pasajeros y que hasta ahora se cobraban incluidos en la propia tarifa del vuelo.

De esta forma se convierten en operaciones altamente rentables en sí mismas, transformando un vuelo vendido como muy barato en un vuelo de precio normal o caro, sin que el cliente se dé apenas cuenta de ello.

Algunas aerolíneas no publican todavía una relación pormenorizada de los recargos de las tarifas, llamados por ellas eufemísticamente suplementos o tasas.

Algunas otras ya lo van haciendo: por ejemplo, en la web de Wizzair podemos ver una exhaustiva relación de recargos.

Veamos algunos de ellos.
  • Reservar con tarjeta de crédito o transferencia bancaria entre 2,5 y 5 euros. No vemos otra forma de pago, por lo que este recargo es inevitable
  • Si optamos por reservar telefónicamente entonces tendremos que pagar un recargo de 10 euros.
  • Reservando telefónicamente u online tendremos que añadir otro recargo de 10 euros por cada bulto de nuestro equipaje que transportemos.
  • Si facturamos al llegar al aeropuerto en lugar de los 10 euros tendremos que añadir 20 euros por cada bulto.
  • Facturar el exceso de equipaje online o vía telefónca nos costará otro recargo de entre 5 y 200 euros, según el peso transportado, mientras que si lo facturamos en el aeropuerto habremos de sumar 15 euros por kilogramo de más.
  • Si llevamos un equipo deportivo habremos de pagar además entre 30 y 40 euros más, según donde facturemos.
  • Si llevamos un bebé, nuevo recargo de 25 euros a añadir, en este caso podemos pagar el recargo en el mismo aeropuerto.
  • El recargo de cambio es de 30 a 45 euros, pero si lo que hay que cambiar es el mombre nos costará un poco más: entre 40 y 60 euros.
  • El embarque prioritario en autobús nos costará añadir un nuevo recargo de entre 2,50 y 5 euros, mientras que si del embarque prioritario en el avión se trata entonces tendremos que desembolsar entre 4 y 8 euros más.
  • Si queremos espacio extra tendremos que pagar entre 5 y 10 euros más de recargo.
  • Además nos dicen que la tasa de cancelación por vuelo y pasajero es de 60 euros y la tarifa por protección de asiento es de 80 euros, así que esperamos no hacer uso de estos conceptos para no salir descalabrados, económicamente hablando, se entiende.
  • Y, finalmente, los traslados en autobús hasta o desde las ciudades al aeropueto nos supone otro recargo más de hasta unos 35 euros, según ciudad de destino y lejanía del aeropuerto, por ejemplo a Barcelona nos costaría 34 euros más.
A la luz del desglose de tarifas, podremos seguir hablando de vuelos baratos que no lo son, pero lo parecen, y todos quedaremos contentos: las aerolíneas porque conseguirán atraer a nuevos clientes y que aparezcan sus tarifas en los primeros puestos de los buscadores, y los clientes porque pagarán tarifas muy bajas y podrán elegir los conceptos extras que deseen en esta nueva era del low cost.

Y, fíjese que para colmo, siempre habrá alguien (muy pocos, claro) que conseguirán volar por sólo 3 euros hasta Londres, para contar maravillas de la aerolínea low cost a sus amigos (santa publicidad gratuita), claro que para hacerlo tendrán que llegar desde el aeropuerto hasta Londres a pie para no incurrir en recargos, pero, total... ¡como tampoco llevan maletas!
Destinos: