Esta semana he recibido en mi correo electrónico algunos mensajes de amigos viajeros que me preguntaban si es seguro viajar a ciertos destinos.
Estos mensajes expresaban un temor, que puede ser fundado, por la posibilidad de pasar unas vacaciones inmersos en un ambiente de inseguridad.
Sin duda hay una gran cantidad de sucesos que sumen a ciudades o países enteros en un clima serio de peligrosidad e inseguridad de la noche a la mañana.
Esto viene sucediendo estos día en países del Oriente Medio, donde las protestas sociales pueden derivar en incidentes serios de seguridad, como ocurrió en Egipto o ahora ocurre en Libia y otros países de la zona.
En último extremo, cuando el ambiente de peligro es manifiesto, las propias compañías aéreas suspenden sus vuelos hacia los destinos inseguros como ha sucedido estos días con Libia, pero hay que tener en cuenta que antes de que se llegue a estos extremos también puede haber un nivel de riesgo importante que el propio viajero tiene que evaluar.
Los peligros no sólo pueden venir de la violencia social o del levantamiento de revoluciones, sino también de fenómenos naturales como es el caso de los terremotos que sacuden frecuentemente ciertas áreas geográficas del planeta.
También en ciertos países hay peligros debido a la actividad de la delincuencia organizada derivada del narcotráfico, que azota a algunas zonas con especial virulencia.
Por ejemplo, Mirian, que vive en Madrid, me comentaba en su correo electrónico que pensaba ir con su novio dos semanas de descanso a México en mayo, ya que ambos se van a tomar unas vacaciones en esas fechas, pues les hacía mucha ilusión conocer este país, pero que tras haber visto en la televisión unos reportajes sobre la inseguridad que les habían causado viva impresión, estaban considerando cambiar de idea.
Hablando de este país, pienso que los destinos turísticos son bastante seguros y puede disfrutarse de una estancia fantástica, e incluso muchos otros destinos y ciudades considerados menos turísticos también son seguros, y personalmente he comprobado que se puede viajar y estar en muchas zonas del país sin tener temor a sufrir incidentes de seguridad.
De hecho he tenido ocasión de estar en ese país durante el mes de diciembre y enero pasados recorriendo varios lugares sin detectar ninguna situación de peligro evidente, disfrutando sin temor alguno de la excelente gastronomía y la amabilidad de las gentes de este país norteamericano.
Es cierto, que como tengo apego a evitar los lugares “exclusivamente para turistas”, he tenido ocasión de observar en algunos casos la huella dejada por las actividades violentas en la señalización vial, edificios u otros elementos urbanos dañados por esta lacra de la sociedad.
Pero, tanto en México, como en otros muchos países, incluso europeos, hay lugares no recomendables para los visitantes por ser manifiestamente inseguros, fuera de los cuales el turista puede sentirse totalmente seguro y disfrutar de sus vacaciones plenamente.
Me consta, además, que en México, país que si no conoce le animo a visitar, las autoridades están haciendo un esfuerzo importante para preservar el turismo y la seguridad de las zonas de mayor afluencia de visitantes.
Eso sí, sea cual sea el destino que elija para pasar unos días de descanso, debe tener en cuenta que su seguridad es lo primero, por lo que mi recomendación es que se informe previamente sobre las características del lugar elegido.
Naturalmente, si usted recaba información en la agencia de viajes donde piensa adquirir el paquete vacacional le dirán que no hay problema alguno en el destino elegido, sea esto cierto o no lo sea del todo, ya que de lo contrario se les esfumaría la venta.
Lo mismo le ocurrirá si consulta a la aerolínea en el caso de que sea el vuelo lo que quiere contratar: obviamente le explicarán que si no fuese seguro no volarían allí.
Por tanto, estas opiniones de parte, cuando no alertan de problemas en el destino, deberá considerarlas poco relevantes a la hora de decidir en criterio de seguridad si viajar a un lugar de vacaciones o a otro, en tanto que si ya directamente se lo desaconsejan sí que deberá darles la debida importancia.
Si va a viajar a un lugar donde cree que puede haber dudas en relación con la seguridad le conviene tomar una serie de precauciones.
Informarse de los avisos oficiales sobre recomendaciones de viajes
Visite la página web oficial de las autoridades correspondientes en materia de turismo, según su país de residencia.
En España nos informaremos de las recomendaciones que hace en este sentido el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación, donde se emiten notas con las precauciones que el pasajero debe tomar al visitar determinados países.
Leer las noticias en los medios locales del lugar de destino
Otra buena técnica es leer las noticias que aparecen en los medios digitales del lugar de destino de su viaje, aunque debe tener en cuenta que la prensa se centrará más en las malas noticias; las buenas casi nunca los son, así que sólo obtendremos una visión algo distorsionada de la realidad, que de todos modos puede ser útil.
Seguir por Facebook y Twitter las noticias y comentarios sobre el destino
Ahora, con las redes sociales, podemos disponer en tiempo real de numerosas informaciones respecto del destino que nos interese visitar, conociendo incluso opiniones de personas que se encuentren allí o hayan estado recientemente, a los cuales les podremos preguntar sobre los aspectos que nos interese conocer en ese momento.
Vea los sitios web de los lugares de destino y los comentarios de los usuarios
Naturalmente, los sitios oficiales de turismo sólo reflejan las virtudes de los mismos, minimizando o ignorando completamente los riesgos que el visitante puede correr durante su estancia en ese destino.
Por eso es muy conveniente que lea los comentarios de los usuarios, ya que ello puede darnos una impresión más objetiva de la realidad.
Use su sentido común cuando esté de vacaciones en su lugar de destino, no sólo en países donde exista un mayor riesgo, sino en todos ellos
No use joyas u objetos de valor visibles, y vista más o menos como cualquier persona del lugar si ello es posible, sin aparentar ser un turista extranjero, por ejemplo, llevando su cámara fotográfica colgada al cuello.
Cuando vaya a pagar en un lugar público nunca saque un fajo de billetes, sino solamente lo necesario para pagar en ese momento.
No use un vehículo llamativo ni vaya a los barrios que reconocidamente tienen mala fama o son peligrosos, y evite viajar sólo durante la noche.
No invite a personas que no conoce de nada a su hotel ni les comente datos personales ni sobre su viaje, aunque le parezcan personas simpáticas y agradables.
Finalmente, recuerde que usted deberá decidir con todos estos datos a qué lugar viajará: si su instinto le dice que ese lugar no es seguro, aunque obtenga su vuelo muy barato, no viaje allí.
Pero, eso sí, no se deje tampoco dominar por miedos irracionales, ya que en cualquier parte en que nos encontremos hay peligros, y si los exageramos no podremos disfrutar en absoluto de nuestros viajes.
Estar alerta sí, pero tener miedo compulsivo, no.
¡Buen viaje!
