En Estados Unidos, que en estos momentos continúan en alerta porque la amenaza a la seguridad sigue en pie, el trabajo de los agentes de la Administración para la Seguridad en el Transporte (TSA) no tarea fácil, y en las últimas semanas el fuerte estrés que supone garantizar la seguridad en condiciones difíciles, ha hecho que se produzcan múltiples incidentes menores en el normal desarrollo de la actividad de los aeropuertos y de los vuelos.
Por otra parte, los propios viajeros están sometidos a un estrés a veces no menor al tener que soportar largas colas y exhaustivos sistemas de inspección, tanto personales como del equipaje de mano que transportan, en ocasiones incluso varias veces, antes de poder abordar el avión.
Hay una serie de recomendaciones que pueden ayudar a que los vuelos recuperen la mayor normalidad posible y se prevengan incidentes menores, así que he aquí algunas de las que he recopilado.
1. Aunque haya muchos aspectos que nos hagan sentirnos enfadados en el aeropuerto, como las esperas, las inspecciones, las pérdidas de conexiones con otros vuelos y otros muchos, es esencial mantener la calma, sin exteriorizar el enojo a gritos o de malos modos, pues al final ello conllevará una mayor inspección y pérdida de tiempo.
2. El pasar por un escáner corporal no es algo que deba hacernos sentirnos furiosos, pues, además de que ello aumenta las garantías de seguridad, la imagen generada por estas máquinas no es precisamente una imagen que pueda excitar los deseos libidinosos del examinador, como se dice en algunos medios poco preparados o sensibleros.
Los agentes que manejan los escáneres corporales, como se sabe, están situados en una habitación aislada desde la que no pueden ver a la persona real a la que están examinando, además de que su cara queda difuminada y no puede ser reconocida, y que las imágenes no pueden ser almacenadas en el sistema y, por lo tanto, no hay riesgo de que su imagen pueda aparecer en “YouTube”, aparte de no tener sentido, ya que la persona no podría ser reconocida.
Ahora mismo, pasar o no por el escáner corporal es opcional, y usted siempre podrá optar por los cacheos tradicionales, además de que la mayoría de los aeropuertos no incluyen aún entre su dotación estas máquinas.
3. No entable furiosas discusiones con los agentes que le están inspeccionando, no tiene caso ni nada que ganar con ello, y menos en Estados Unidos: ellos (los oficiales de la TSA) hacen su trabajo, y eso es todo; no le van a poder resolver sus quejas y se expone a una multa o incluso a ser detenido, así que si facilita su tarea se ayuda a sí mismo.
Si tiene alguna reclamación, una vez finalizado el vuelo sin incidentes, acuda a su aerolínea o a las autoridades del aeropuerto correspondiente e interponga la denuncia o reclamación que corresponda de la manera prevista al efecto, ya que así tiene las mayores posibilidades de que su queja sea tenida en cuenta.
Actuar con educación y respeto hacia los demás es absolutamente esencial en estos casos para tener un buen viaje y evitarse disgustos y molestias.
4. Durante el vuelo, especialmente en vuelos internos en Estados Unidos, no haga comentarios en voz alta que puedan ser tomados por otros pasajeros temerosos o por la tripulación de la aeronave como una amenaza, ya que ante la más mínima sospecha de peligro, dada la sensibilidad existente, verá como su vuelo es desviado al aeropuerto más próximo escoltado por cazas y usted será detenido para averiguar la naturaleza de la amenaza.
Recuerde que situaciones como ésta han ocurrido en los últimos días, así que las bromas al respecto de la seguridad están totalmente fuera de lugar y pueden ocasionarle un grave problema.
5. No tome bebidas alcohólicas en el aeropuerto antes de abordar su vuelo ni durante el mismo ya que si le afecta la bebida, su comportamiento “errático”, puede ser tomado como una amenaza para la seguridad del vuelo y el piloto puede aterrizar de emergencia en el aeropuerto más próximo con las mismas desagradables consecuencias para usted que ya he relatado en el caso anterior.
Esto le sucedió a un hombre que en un vuelo de AirTran se encerró en el baño por haberse pasado con la bebida y que ocasionó que el vuelo terminase para él no en su destino sino directamente en manos de la policía.
Las medidas de seguridad que a veces nos incomodan son más llevaderas estando en estado de relajación, que si nos dejamos dominar por la ira, en cuyo caso, las posibilidades de vernos envueltos en serios problemas son mucho mayores.
Por eso, tanto si viaja a Estados Unidos como si lo hace a otros países, colaborar para que el vuelo se desarrolle con normalidad es tarea de todos y la mejor recomendación para llegar a su destino sin incidencias.
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