La complicación actual viene de varios frentes: selección de un vuelo a buen precio, equipajes y operaciones en el aeropuerto.
Comentando sobre el primero de ellos, hay que decir que ahora la dificultad para encontrar un vuelo barato es bastante considerable, a pesar de que en Internet podemos disponer de gran cantidad de buscadores y comparadores de precios, cuya utilidad es ahora mínima, ya que en la actualidad la diferencia de precio no radica en la oferta de los diferentes proveedores que, por efectos de la competencia, mantienen los mismos precios, sino en el momento en que reservemos el vuelo, ya que los precios varían constantemente, así que algunas ofertas pueden durar sólo minutos o, como mucho, horas.
Tratándose de vuelos sin conexión podemos reservar con alguna de las cada vez más abundantes aerolíneas de vuelos baratos o low cost, aunque con éstas nunca se sabe cuánto terminaremos pagando por el vuelo gracias al desglose de tarifas, potente mecanismo que utilizan para hacer pasar por vuelos baratos aquellos cuyos precios finales son más bien normales y, desde luego, no tan baratos como nos pretenden hacer creer, aunque haya algunos que sí lo crean.
Si va a usar alguna de estas aerolíneas de bajo costo para su vuelo de esta primavera o verano, le recomiendo que examine bien las condiciones del contrato en el sitio web del vendedor, para determinar los pagos adicionales que tendrá que abonar, además, naturalmente, del importe de la tarifa y las tasas aeroportuarias.
Pero aún así, tendrá usted muchas dificultades para saber con plena exactitud, lo que finalmente pagará por su vuelo y las garantías que obtiene con la compra de su billete, como la indemnización que le corresponderá en caso de cancelaciones o retrasos, pérdida de su equipaje, etc., ya que la claridad de estas informaciones en los sitios web de algunas de estas aerolíneas brilla por su ausencia.
Ayer mismo nos enterábamos de que la Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU), ha denunciado a las aerolíneas Ryanair, Easyjet, Spanair, Iberia y Vueling por facilitar a los usuarios información confusa o desactualizada en sus sitios web sobre estas garantías, sin duda porque algunas aerolíneas tratan de disminuir así el número de reclamaciones, al carecer el pasajero de la información exacta de los derechos que le asisten al contratar el transporte.
Tenga en cuenta además que los recargos adicionales desglosados del importe principal del billete también suelen variarlos con frecuencia; por ejemplo, Ryanair ha anunciado que en julio y agosto subirá 5 euros el importe del recargo por facturación de la maleta, situándolo en 20 euros, recargo que, según ha comunicado, entrará en vigor hoy jueves.
Si usted va a hacer un vuelo de largo recorrido porque, por ejemplo, se va a Japón, Los Ángeles o Buenos Aires, encontrar un vuelo barato tampoco es cosa fácil, y es conveniente recordar que muchas aerolíneas cobran por facturar una segunda maleta, lo que deberá tener en cuenta a la hora de preparar su equipaje para ahorrar gastos no previstos.
Si desea obtener el mejor precio, lo más adecuado es empezar observando su evolución desde unos cuatro meses antes de la salida de su vuelo y aplicar su criterio para saber cuándo comprarlo, tras uno o dos meses de observación.
En este caso, tampoco los buscadores convencionales de Internet le aportarán datos relevantes, pero ahorrá tiempo si hace el seguimiento del precio de forma automática y periódica, y encontrar la mejor oferta será más fácil y probable.
Con algo de paciencia y observación, aún hoy, dentro de la jungla de los precios actuales, es posible orientarse y conseguir una buena oferta de vuelos de calidad (directos o con las mínimas escalas) que nos lleven a nuestro destino.
Eso sí, conseguirlo hoy será más difícil que hace un par de años, pero si lo logra quizá ahorre hasta el 50 o el 60% del importe de su vuelo.
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