Desde este jueves se han iniciado en los aeropuertos de Barcelona y Girona los llamados “aterrizajes verdes”, que es una maniobra de aproximación en la que el descenso durante el aterrizaje de los vuelos se efectúa de forma continua y progresiva y a un bajo régimen de motor, según ha dado a conocer AENA.
Estos aterrizajes suponen un descenso de los niveles acústicos en las proximidades del aeropuerto, además de una disminución por término medio de un 25 por ciento en los niveles de CO2 emitidos por las aeronaves durante esta maniobra.
Las aerolíneas que operan vuelos en estos dos aeropuertos catalanes pueden ya llevar a cabo este tipo de maniobras durante el horario nocturno.
Los aeropuertos españoles de la red de AENA se encuentran entre los más activos de la Unión Europea en el proceso de implantación de esta modalidad de aterrizaje, según señaló el gestor aeroportuario.
El Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI), dijo que los “aterrizajes verdes” se vienen realizando ya en 33 aeropuertos europeos.
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