FACUA-Consumidores en Acción va a denunciar en los próximos días ante las autoridades competentes a la compañía aérea irlandesa Ryanair, al estimar que está dejando en tierra de forma ilegal a pasajeras embarazadas si no presentan una carta en inglés de su tocólogo, según ha informado la asociación de consumidores en un comunicado.
En la citada carta, el facultativo debe declarar en inglés que el embarazo no presenta complicaciones, además de confirmar la probable fecha del parto.
Para la asociación de consumidores, ésta es una cláusula abusiva, pues exige a la pasajera la presentación de un documento escrito en una lengua que no es oficial en el Estado.
En su comunicado, explica que la línea aérea incluye en las condiciones de su contrato que “para embarazos individuales sin complicaciones, Ryanair restringe los viajes más allá de la semana 36, y para los embarazos de gemelos, trilizos, etc, más allá de la semana 32”.
“Una vez su embarazo ha entrado en la semana 28, le pedimos que traiga un informe (en inglés) de su médico o comadrona por el que se confirma que su embarazo no presenta complicaciones, la fecha probable del parto y que se encuentra en buen estado y en buenas condiciones para volar”, prosigue la cláusula de la aerolínea en relación con los embarazos.
FACUA ha alertado a las pasajeras embarazadas que puedan verse afectadas por estas prácticas, que les asiste el derecho a reclamar las mismas compensaciones económicas que las establecidas por la normativa europea para cancelaciones de vuelos o grandes retrasos.
A esta reclamación pueden sumar otros gastos que la compañía aérea pudiera ocasionarles al impedirles volar, como la compra de billetes para un nuevo vuelo, o las comidas, bebidas o alojamiento que pudieran precisar en el ínterin.
FACUA viene advirtiendo también a los consumidores sobre otra supuesta práctica ilegal de la aerolínea, al no permitir embarcar a pasajeros que no presenten DNI o pasaporte, aun presentado otra documentación válida para viajar en vuelos de carácter nacional.
La asociación ha avisado que esta práctica vulnera el Plan Nacional de Seguridad Aérea, por lo que va acumulando reclamaciones de personas que se ven perjudicadas por tales prácticas.
Ryanair, por su parte, no considera relevante la normativa española a este respecto, por lo que antepone sus propias reglas especificadas en el contrato de transporte que establece con el pasajero para ofrecer sus servicios.
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