Sin embargo, encontrar buenos precios para los vuelos es cuestión cada vez más difícil, requiere más tiempo, y, a veces, según me dicen algunos pasajeros que tienen a bien compartir conmigo sus preocupaciones al respecto, sienten una gran frustración e incertidumbre, incluso después de haber adquirido su vuelo, ante el temor a que se produzcan cambios, retrasos o cancelaciones.
Es una expectativa razonable, a veces alimentada por situaciones reales, como es el caso de las 30 jornadas de huelga convocadas en Iberia, que afecta a muchos usuarios que incluso habiendo reservado sus billetes ven sorprendidos como la mala suerte hace que no puedan disfrutar del viaje en las fechas que habían previsto.
El infierno económico del sector
Una de las causas que influyen en este proceso es el mal momento que está atravesando el sector aéreo en ciertas zonas del mundo, donde algunas aerolíneas ya han quebrado, como es el caso de la estadounidense American Airlines, que busca desesperadamente eliminar estructura sobrante para sobrevivir, ya que según reveló la compañía en febrero, su intención es recortar hasta 13.000 empleos, es decir el 16 por ciento de su plantilla de 88.000 empleados.
En España, el panorama es desolador, y muchos pilotos creen, tal y como advertía el Colegio de Pilotos (COPAC) esta semana, que el sector aéreo nacional se está desintegrando o puede darse por hecho que esta desintegración se consumará a corto plazo.
Varias aerolíneas europeas han entrado en la zona roja de las pérdidas o han profundizado más en esta situación, y necesitan hacer fuertes sacrificios de ahorro económico, teniendo que prescindir a veces de una parte de sus trabajadores cualificados (pilotos u otros empleados) para obtener el recorte necesario que les asegure su supervivencia en el mercado.
Incluso aerolíneas como la irlandesa Ryanair ha tenido que eliminar rutas este invierno dejando en tierra 80 aviones para reducir los costos que no pueden ser compensados por la suficiente demanda a precios que le permitan alcanzar su umbral de rentabilidad.
Malas perspectivas a corto plazo
La debilidad de la demanda debido a la incertidumbre económica es uno de los inconvenientes que enfrentan las compañías aéreas en Europa, y especialmente en España donde el escenario económico razonable en el corto plazo es extremadamente difícil y de solución incierta.
Además, el elevado precio de los combustibles que representan un tercio o más de los gastos de las compañías aéreas, es otro motivo de presión para el alza del precio de los billetes de avión, ya que de lo contrario se agravaría aún más la crítica situación financiera de las aerolíneas.
Las cosas parece que podrían ponerse todavía peor ya que el precio del petróleo, que a día de hoy sobrepasa la cota de los 120 dólares el barril de Brent, podría incluso incrementarse o al menos mantenerse en el corto plazo.
Los precios en los próximos meses
Visto el escenario que vive el sector y dado que las cosas pueden incluso empeorar durante los siguientes meses, no cabe ser optimista en relación con la posibilidad de obtener fácilmente buenos precios para los vuelos de las vacaciones de este verano.
Naturalmente, en días de escasa demanda, si las compañías no logran llenar los aviones, seguirá habiendo ofertas de vuelos a bajo precio, pero en los periodos coincidentes con las vacaciones no tendrán más remedio que ofrecen precios caros o muy caros, hasta donde la competencia lo permita, incluidas las de bajo coste, con la esperanza de mejorar sus ingresos explotando las posibilidades de las fechas claves del verano en las que normalmente las personas tienen mayor preferencia para viajar.
Esto significa que si usted tiene posibilidades de tomar sus vacaciones sin coincidir con las fechas de mayor demanda en los meses de julio y agosto, todavía este año es posible conseguir buenos precios si se acierta con la ventana de compra adecuada para lograr las mejores ofertas.
El mejor momento para reservar
Un error común es comprar demasiado temprano o demasiado tarde su vuelo; por ejemplo, si ya reservó el suyo para viajar en julio o agosto es probable que haya pagado más de lo debido, de forma que estará subvencionando los vuelos de quienes reserven este mes de abril o mayo y que, gracias a lo que usted pagó de más, podrán adquirir el suyo a mejor precio.
Otro error, aunque menos frecuente, es comprar demasiado tarde, es decir esperar a ver si en el último momento se puede conseguir una buena oferta.
En este caso, las probabilidades son escasas, y fácilmente terminará pagando un mayor precio por su vuelo que si lo hubiera reservado durante la ventana temporal de compra más eficaz.
Elección de destinos a buen precio
No todos los destinos a los que se puede viajar tienen precios caros, aunque si no tiene limitación en cuanto a su presupuesto puede viajar (y hará muy bien en hacerlo) a lugares más lejanos y costosos, como por ejemplo los destinos americanos o asiáticos.
Sin embargo si su presupuesto es más limitado, visitar destinos nacionales de veraneo puede ser una gran opción; por ejemplo, en las Islas Canarias, donde actualmente estamos está viendo que se puede viajar a Tenerife, Gran Canaria y otros lugares del archipiélago a precios muy moderados.
También se han visto precios muy económicos para volar en julio y agosto a destinos baleares o de la costa peninsular, por lo que es cuestión de optar por alguno de ellos para disfrutar de unas buenas vacaciones.
Aeropuertos con vuelos más baratos
Si va a hacer un vuelo de larga o media distancia quizá le resulte más barato volar desde Madrid que hacerlo desde el aeropuerto más próximo a su domicilio, a excepción de algún caso de rutas directas que ofrezcan las compañías que operen en el mismo.
[caption id="" align="alignleft" width="300" caption="Algunos vuelos a destinos lejanos, como el de San Francisco, en Estados Unidos, pueden resultar caros durante el verano."]
[/caption]En términos generales, volar desde Madrid o Barcelona a muchos destinos resulta más barato que hacerlo desde otros aeropuertos regionales, por lo que, cuando ello sea posible, es conveniente considerar este posibilidad.
Siempre es razonable comparar los precios desde los aeropuertos que le resulten viables desde su domicilio hacia su destino, sobre todo en los casos de vuelos a destinos lejanos, aunque vuelos a ciudades como París, Londres o Roma pueden también variar mucho su precio según el aeropuerto de origen y la compañía que lo opere en cada uno de ellos, dependiendo, además, de si hay o no competencia.
Los cargos adicionales
Si se va a volar sobre todo con compañías de bajo coste, no hay que olvidar que cada vez son más los cargos adicionales que pueden elevar dramáticamente el precio final de nuestro vuelo.
Ciertas compañías, como Ryanair, tienen fama de ser especialmente severas en lo que a la limitación de las medidas de la pieza de mano se refiere, con elevados cargos adicionales si se sobrepasan las mismas.
Algunos viajeros han relatado sentir ansiedad por la incertidumbre de saber si su equipaje podrá entrar o no en el medidor de maletas, e incluso se han dado casos curiosos de viajeros sacando objetos de sus equipajes y tirándolos a la basura o arrancando las ruedas de su maleta para que la misma cupiese en el medidor de equipajes.
Conocer otros detalles
Finalmente, recuede sobre todo que si su viaje es a destinos de media o larga distancia o si no conoce las aerolíneas que operan en la ruta elegida, será necesario usar un buscador para determinar las mejores opciones de precio para su vuelo.
Piense también que, contrariamente a lo que suele creerse, no siempre el mejor precio se obtiene reservando en página web de la aerolínea que ofrezca el vuelo, por lo que conviene explorar todas las posibilidades.
Si está bien orientado sobre los precios que pueden conseguirse para su viaje y sabe, dónde, cómo y cuándo reservar su vuelo tiene muchas probabilidades de conseguir un buen precio a pesar de las turbulencias por las que actualmente atraviesa el sector.
Sin embargo, si siente que no está seguro de alguno de estos extremos o le surgen dudas, entonces es conveniente conocer más detalles antes de reservar, para evitar que el precio que paga por su billete subvencione al que pagará un pasajero que compre su vuelo a continuación.
Y, por supuesto, el éxito de conseguir un buen precio para su vuelo es un excelente comienzo para disfrutar de unas felices vacaciones de verano.
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