martes, 5 de junio de 2012

Cómo librarse de los vuelos caros para este verano

Hasta ahora, los precios de los vuelos han ido encareciéndose progresivamente, de forma que prácticamente todas las aerolíneas presentan precios más elevados para la mayoría de los productos que comercializan, lo que incluye los vuelos y los servicios complementarios.

Esto es así porque en muchos casos la oferta de plazas se ha reducido en relación con años anteriores, de forma que las aerolíneas pueden ahorrar gastos y mejorar la ocupación de sus aviones, manteniendo los precios elevados, incluso a veces en aquellas rutas en las que la competencia es intensa.

Además, el precio de los combustibles se ha mantenido caro y, teniendo en cuenta que ello supone el 30 por ciento o más de los costos operativos de un transportista aéreo, estos han tenido que trasladar al precio del billete parte de estos costes para no engrosar más las abultadas pérdidas en que vienen incurriendo muchas de las compañías aéreas de Europa, tanto de bajo coste como tradicionales.




La presión del precio del petróleo se ha aminorado en los últimos días, de modo que el barril de Brent en estas fechas se encuentra situado en el orden de los 102 dólares, si bien ello no supone todavía un alivio importante en la factura de estos gastos operativos.

Aunque para algunas aerolíneas los ingresos por servicios auxiliares han ido compensando estos costes, lo cierto es que en algunos casos este ingreso va decreciendo o no aumenta al ritmo esperado, debido entre otras cosas a que el pasajero, en el actual estado de la economía en Europa, intenta evitar cada vez de manera más eficaz estos cargos adicionales.

En esta situación, los transportistas aéreos ven en la temporada de verano una ocasión ideal de elevada demanda y precios altos con la cual compensar sus generalmente malos resultados económicos obtenidos en anteriores trimestres.

Precios más altos


Desde la perspectiva de los pasajeros, esto significa que tendremos que pagar más por nuestros vuelos para disfrutar de las vacaciones de este ya inminente verano, tanto en las tarifas como en los posibles cargos por servicios adicionales que podamos precisar.

En general, el sistema de precios de los vuelos es dinámico, ya que varía constantemente, por lo que cuando se habla de subida de los mismos se entiende que se trata de los precios medios, a pesar de lo cual pueden encontrarse algunos vuelos a precios realmente bajos, sobre todo si el pasajero puede evitar incurrir en algunos de los numerosos servicios complementarios que suelen ofrecer la mayoría de las compañías aéreas.

El problema radica en que cada vez suele ser más difícil y laborioso encontrar vuelos de bajo precio a la mayoría de los destinos más demandados para viajar estos próximos meses de julio y agosto.

Aun así es posible conseguirlo, para lo cual muchas veces ayuda el conocimiento de varios aspectos sobre el modo de buscar y reservar el billete.

1. Comparación de precios


A no ser que seamos expertos en la compra de billetes de avión y conozcamos de memoria qué aerolíneas operan en la ruta que necesitemos y qué precios ofrecen o pueden llegar a ofrecer cada una de ellas en el curso temporal, es conveniente partir de una comparación de precios, para observar cuales son los mejores que ofrecen las aerolíneas u otros vendedores.

Error común: Creer de antemano que una determinada aerolínea es la que ofrece siempre los mejores precios y que no vale la pena perder el tiempo buscado otras ofertas.

Dato a tener en cuenta: Algunas veces, en ciertas rutas y según las necesidades del pasajero, una aerolínea tradicional puede ofrecer mejor precio final que una de bajo coste.

2. Ajustarse a las ofertas


Si deseamos volar en fechas en las que se traslada una gran cantidad de viajeros, por ejemplo, saliendo el viernes y regresando el domingo a última hora para aprovechar nuestras vacaciones de fin de semana, no será posible optar a buenos precios.

En cambio, si ajustamos nuestro vuelo a martes, miércoles o sábados, por ejemplo, podremos encontrar más fácilmente un mejor precio.

Dato a tener en cuenta: A veces hay disponibles precios bajos a algunos destinos aun en fechas de alta demanda, por lo que conviene examinar primero los precios en aquellas fechas en que nos agradaría más viajar, reservando si obtenemos buen precio o pasando a un “plan B” en otras fechas si la diferencia de precio nos compensa.

3. Prever el viaje con tiempo


Los precios de los vuelos, tanto si se trata de viajes a destinos cercanos con aerolíneas de bajo coste, como si se trata de vuelos de larga distancia con conexiones adicionales, suelen variar en el curso del tiempo, es decir, que en un momento determinado un vuelo puede costar, por ejemplo, 100 euros, y ocho días después solo 47 euros.

Hacer un seguimiento de la evolución del precio es fundamental para ver si podemos descubrir y aprovechar alguna oferta que nos haga ahorrar una buena parte del precio inicialmente encontrado.

Error común: Mirar en una sola ocasión, reservando según el mejor precio que nos haya proporcionado el buscador utilizado: hoy los precios pueden ser unos y mañana otros, quizá más baratos.

Con algún esfuerzo es posible encontrar precios bajos incluso en algunas fechas del mes de julio y agosto: el encarecimiento de los precios de los vuelos significa que más pasajeros tendrán que pagar más caros sus vuelos y que menos pasajeros los pagarán a igual o incluso menor precio que anteriormente.

La cuestión es que para estar en el segundo grupo se requiere más trabajo de análisis que antes.

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