miércoles, 12 de febrero de 2014

¿Por qué pagamos más por los vuelos y obtenemos menos a cambio?

¿Crees que estás pagando actualmente más por tus vuelos de lo que has venido pagando en los últimos años? Si piensas que ahora pagas más ¿crees que es porque obtienes mejor servicio, más prestaciones y una mejor experiencia de vuelo que años atrás?
Las respuestas a estas preguntas pueden ser muy diversas: unos piensan que ahora pagan menos, otros que pagan más y obtienen menos servicios que antes, y hay quienes piensan que ahora pagan más o menos lo mismo por sus vuelos.
Como ya habrás supuesto, todos ellos tiene parte de razón, o tal vez la razón completa según en qué casos específicos.
Hoy te voy comentar una causa por la que ahora algunos pagan más y obtienen las mismas o menos prestaciones por sus vuelos.

Pagar más, obtener menos

Hace unos días regresaba a España en un vuelo intercontinental. El vuelo transcurrió sin incidencias, el personal de la compañía aérea era cordial y atendió (en lo que yo observé) con notable eficacia a los pasajeros.
Los vuelos desde aeropuertos con escasa demanda y competencia entre aerolíneas suelen ser más caros.
Por el billete pagué lo mismo o ligeramente más que en años anteriores, pero durante el vuelo observé que el aparato volaba con una baja ocupación de pasajeros: muchos asientos permanecían desocupados.
Esto era estupendo para algunos pasajeros, que podían dormir durante el vuelo nocturno ocupando tres plazas vacías, pero no tan bueno para la continuidad del servicio en el futuro, ya que la aerolínea podría tener que reducir sus frecuencias o incrementar más el precio de los billetes para compensar los gastos de la operación.
De hecho, en este viaje, en el que pagué un poco más que por los anteriores, ya obtuve mucho menos de lo que obtenía en los viajes de hace unos años, ya que las frecuencias de vuelos desde Madrid disminuyeron, lo que me obliga ahora a sufrir una larga escala nocturna en un aeropuerto intermedio, misma escala que antes, con más frecuencias, era diurna y de un par de horas de duración.
Es decir, que ahora, si bien pago solo un poco más por el vuelo, obtengo muchas menos prestaciones y tengo que emplear más tiempo y dinero adicional para llegar a mi destino: esto también puede entenderse en el sentido de que ahora mi viaje es bastante más caro.

Aeropuertos pequeños

Como ves, si la pérdida de prestaciones en una determinada ruta entre dos aeropuertos internacionales importantes (al menos ahora, en la temporada de invierno) es muy relevante, parece lógico suponer que mayores precios y menores prestaciones tendrán que soportar los pasajeros que efectúen sus vuelos desde aeropuertos pequeños, con escasas frecuencias de vuelos, horarios deficientes y pocas compañías aéreas en competencia.
[cita "Si vives en ciudades con aeropuertos pequeños, en los que viajan pocos pasajeros, y donde no hay competencia entre aerolíneas, lo más probable es que cada vez tengas que pagar más por tu vuelo"
Los asientos vacíos son un grave problema para la salud económica de las operadoras aéreas, así que la transigencia para volar con poca ocupación será cada vez menor, salvo que todavía quede activo algún mecanismo que subvencione y pague para que un vuelo se mantenga rentable con numerosos asientos en los que no viaja nadie.
Hablando de España, si vives en ciudades con aeropuertos pequeños y en los que viajan pocos pasajeros, o que han sufrido pérdidas de frecuencias y abandonos de rutas por parte de algunas compañías aéreas debido a la escasa demanda, lo más probable es que cada vez tengas que pagar más por tu vuelo debido a la falta de competencia, obteniendo a cambio menores prestaciones en horarios, conexiones, frecuencias, destinos, etc.
Pero no todo es negativo, ya que de cara al verano, muchas rutas suelen reactivarse, la competencia entre las aerolíneas se restablece, los precios parecen dar un respiro en su ascenso y las posibilidades de destinos, enlaces y horarios mejoran.

Aeropuertos grandes

Si vives en Madrid o Barcelona, estás mejor situado para obtener vuelos durante todo el año a precios no mucho más caros que en años anteriores, con alguna probabilidad de pérdida de prestaciones en función del precio, todo ello en relación con años pasados, pero probablemente no te sea muy significativa y molesta.
Así, los destinos más frecuentes y solicitados, donde impera la competencia para volar desde estas dos ciudades, mantienen unos precios similares a los de años pasados, y en ciertos casos inferiores, a pesar de algunos estudios que apuntan que los vuelos han sufrido últimamente un aumento de precio generalizado.
Este es uno de los motivos por los que a veces los viajeros no pueden comprar vuelos baratos, sin que tengan ninguna forma de control sobre el precio que pagan y el servicio que obtienen.
Pero hay más aspectos por los que puedes llegar a pagar más de lo necesario por tu vuelo: a veces, y esto es lo malo, indeliberadamente, e incluso creyendo que estás comprando el vuelo más barato.

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