jueves, 13 de marzo de 2014

10 errores frecuentes que conviene evitar para comprar vuelos baratos

Comprar vuelos baratos no es una cuestión sencilla a pesar de que a veces puede pensarse que si se viaja con una determinada compañía aérea (especialmente si es de bajo coste) o se alcanza una buena oferta, se puede volar al más bajo precio posible.

Estos son los errores más frecuentes que se suelen cometer a la hora de comprar los billetes de avión, y que hacen que se pague más por el vuelo que otros compradores que tienen estos detalles en cuenta.

1. Reservar a última hora


Si puedes prever tu viaje con anticipación es muy posible que ahorres dinero, ya que cuando faltan pocos días para el inicio del viaje, los precios son casi siempre más elevados y las posibilidades de encontrar vuelos baratos son muy escasas.

A veces puede que no te sea posible planear el viaje con la debida antelación, y eso supone casi siempre que tendrás que pagar más por tu vuelo.

Es cierto que he visto como en muy escasas ocasiones el precio baja en fechas próximas a la salida del vuelo, pero, como digo, esto es muy poco probable, por lo que si puedes planificar tu viaje con tiempo conviene empezar a ver precios para establecer referencias con semanas o meses de adelanto.

2. Comprar con demasiada antelación


Por las comunicaciones que me llegan por medio de Twitter o a través del correo electrónico, veo como muchos viajeros me piden que incluya precios relativos a vuelos para los próximos meses de octubre, noviembre o incluso diciembre.



No suelo incluirlos, o lo hago solo de forma esporádica, debido a que a muy largo plazo, más de seis meses, por ejemplo, es muy difícil obtener un precio que no tenga una alta probabilidad de mejorar en el futuro.

No obstante, veo como muchas de las búsquedas y reservas que se hacen son a plazo muy largo y a precios elevados, y luego, si se hace un seguimiento, puede verse como este precio mejora a medida que se aproxima más la fecha del vuelo.

Por lo tanto, salvo en algún caso muy concreto, reservar con mucha anticipación es una forma de asegurarte tu vuelo, olvidándote ya de esa gestión, pero pagando un precio más elevado por ello.

3. Comprar sin comparar las diferentes opciones


En muchos vuelos, especialmente los de más larga distancia, de precios más elevados y en los que más puedes ahorrar, existen diferentes ofertas y opciones, que pueden incluir vuelos directos o con una o más escalas.

Aunque en estos casos, la mayoría de los vuelos con escala suelen ser más baratos y permiten ahorrar dinero, por lo que esta opción conviene considerarla, esto no siempre es así, y se dan algunos casos de vuelos directos que son más económicos que las alternativas con escala.

He visto como a veces se buscan y reservan vuelos con una (e incluso con dos escalas) cuando la alternativa del vuelo directo más barato para esas fechas estaba disponible.

No puede descartarse que en algunas ocasiones el viajero haya optado por estas alternativas porque no quería volar con la aerolínea que ofrecía el vuelo directo, o quizá deseaba hacer la escasa en un determinado aeropuerto por alguna razón personal, pero pienso que lo más probable es que muchas veces se deba a una compra rápida, sin una buena comparación y análisis de precios.

Aunque dependiendo de la ruta, la época del año y de otros factores puede haber más o menos opciones donde elegir, lo mejor es comparar todas las posibilidades para determinar cuál es la que más puede convenirte.

4. Creer que una aerolínea es la más barata


Hay personas que creen que una aerolínea es siempre la más barata (especialmente si es de bajo coste) y se limitan a efectuar la compra sin explorar otras posibilidades.

Esto puede ser cierto en unas pocas rutas, o en determinados momentos, pero no conozco una aerolínea que sea siempre la más barata en todas las rutas y fechas: sería un caso bastante raro.

Por eso, si lo que deseas es comprar tu vuelo lo más barato posible, no hay otra solución que enfrentar los precios de la que crees la aerolínea más barata con las demás opciones y ver los resultados.

Después de eso, puedes encontrarte conque muchas veces la compañía que tú creías que sería la más barata para tu vuelo, no lo era en realidad, y que estaban disponibles opciones más interesantes.

5. Comprar siguiendo la opción más barata de los buscadores


Parece lógico pensar que si sigues el enlace que muestra tu buscador como opción más económica puedas comprar tu vuelo al mejor precio posible, pero esto no siempre es así.

 "Compara siempre los precios finales: muchas veces a los que aparecen en los buscadores hay que añadirles cargos adicionales."

En su lugar, desde el buscador puedes abrir las diversas ofertas de los operadores y examinar directamente en sus sitios web todas las alternativas y precios de cada uno de ellos, ya que ahorrarás tiempo y tendrás más posibilidades de encontrar el vuelo que te conviene.

Recuerda que debido a la presión de los vendedores por aparecer en la primeras posiciones de los buscadores, ya que son las que principalmente usan quienes buscan su vuelo, el precio que allí aparece no siempre se corresponde con el precio final.

Ten en cuenta que puede que algunos gastos no estén incluidos en ese precio inicial que ves, o puede que para lograrlo tengas que pagar con una tarjeta de la que no dispones, por ejemplo.

6. No usar referencias


A no ser que seas un comprador experto, en cuyo caso es poco probable que hayas llegado leyendo hasta aquí, tienes que conocer lo que sería un buen precio para tu vuelo, para lo cual hay que usar una referencia.

Si el comparador no te ofrece una referencia, puedes buscar otro más completo y orientado al usuario, o bien puedes ir siguiendo el precio periódicamente durante un tiempo hasta entender cual podría ser un buen precio para tu vuelo.

Una vez que estés situado en el periodo de la ventana óptima de compra y encuentres un precio mejor que la referencia conviene que reserves en ese momento, ya que así tienes bastantes probabilidades de haber efectuado una buena compra.

7. Volar en fechas muy demandadas


Si vuelas cuando lo hace todo el mundo porque se trata, por ejemplo, de un periodo festivo, donde muchas personas emprenden un viaje de vacaciones o de descanso de unos días, tu vuelo siempre será más caro.

Durante la semana también hay días en muchas rutas en las que viajan más personas, por ejemplo, los lunes, martes o en el fin de semana, así que volar esos días también puede costarte más dinero.

Si te es posible viajar en los días centrales de la semana, como es el caso de los miércoles o jueves, tendrás a tu disposición muchas más rutas con vuelos bastante más baratos.

Este error común afecta a quienes siéndoles igual fijar la ida y el regreso de su viaje en uno u otro día de la semana eligen, por desconocimiento, fechas en las que los vuelos acostumbran a ser más caros.

8. No comparar bien los precios finales


Algunas veces, cuando estás reservando tu vuelo con el vendedor (aerolínea o agencia) habrás observado que el precio del vuelo que presentan al principio del proceso se incrementa al final, cuando tras introducir los datos personales de los viajeros llega el momento de pagar y completar la compra.

 "Para saber si un vuelo es caro o barato necesitas conocer la referencia de lo que sería un buen precio."

Ese precio final, que incluye habitualmente gastos por la gestión del billete, cargos por el medio de pago empleado y quizá algunos otros, es el que te conviene contrastar con el resto de ofertantes que has examinado, no el precio inicialmente ofrecido.

Un error igualmente común es suponer que los demás proveedores aplicarán también esos mismos cargos adicionales, y que, por lo tanto, ya que has introducido los datos personales, lo mejor es terminar la compra y pagar, ya que partías del precio más barato.

Esto, normalmente, no es así: los cargos finales pueden diferir mucho de un vendedor a otro y, probablemente, sean más caros en quienes los ocultan al principio de la reserva, de tal modo que el que presentó inicialmente el precio más barato puede que sea finalmente el más caro, con diferencia.

En cambio, si el vendedor te indica el precio final desde el principio de la reserva, incluyendo la gestión, y te muestra los cargos por pago con tarjeta u otros, ya tienes el precio final a comparar con la referencia y que, de ser favorable, te permitirá completar la compra sin sorpresas.

9. Creer que lo más barato es comprar a precio de oferta


Las ofertas y promociones suelen lanzarse para activar las ventas que muestran retrasos en el ritmo de ocupación de los vuelos, ya que cuando la demanda es alta no existen ofertas.

No obstante, puede ser una información útil para comprobar los precios que puedes obtener con una determinada oferta, y si estos son favorables, tras compararlos con las diversas opciones disponibles y con la referencia, entonces puedes aprovechar esa oferta y ahorrar dinero.

Ten en cuenta que el que exista una venta especial a precios más bajos no indica en absoluto que no existan otras opciones de vuelos por parte de competidores completamente equivalentes y a mejor precio que el de la oferta.

10. No tener en cuenta los cargos adicionales


Las aerolíneas, y más especialmente las de bajo coste cobran actualmente por muchos servicios que consideran adicionales, por ejemplo, por la facturación de equipaje, bebidas a bordo, etc.

Recuerda que el precio final de tu vuelo no es solo el que tendrás que pagar al efectuar la reserva, sino todo el dinero que te gastarás desde que reservas hasta que llegas a tu destino final.

Puede darse el caso de que si consideras los gastos adicionales indicados u otros, como el traslado al destino final desde un aeropuerto secundario, lo que parecía una ganga se convierta en una mala compra.

Si crees que no sabes evaluar todos estos detalles, y solo te guías por el precio inicial que aparece en la pantalla de tu vuelo para que lo reserves, probablemente eres el candidato ideal para pertenecer al grupo de los que pagan más y obtienen menos a cambio.

Estos suelen ser los errores más frecuentes en los que se incurre y que, muy probablemente, hagan que pagues por tu vuelo más de lo que hubiera sido necesario, y lo peor de todo... ¡pensando que habías comprado un vuelo muy barato!

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