La aerolínea irlandesa ha hecho público en un comunicado a los medios que no son ciertas las acusaciones de dejar desatendidos a 178 pasajeros en el aeropuerto italiano de Ciampino, como consecuencia de la nube de cenizas volcánicas, hechas por el Ente Nacional de Aviación Civil italiano (ENAC).
Este organismo ha impuesto a la aerolínea una multa de tres millones de euros por la supuesta desatención de sus pasajeros, a quienes habría dejado abandonados a su suerte en dicho aeropuerto, sin suministrarles alimentos y alojamiento durante el tiempo de espera, como está determinado por los reglamentos.
La aerolínea irlandesa ha declarado que no ha recibido notificación alguna del ente italiano, pero que apelará contra cualquier sanción que pretendan imponer a la compañía.
Ryanair considera que es extraño que el ENAC haya llevado a cabo toda la investigación sin ni siquiera comunicar a la aerolínea esta circunstancia, con objeto de haberse podido defender de esas acusaciones.
En su comunicado, Ryanair señala que muchos de sus pasajeros fueron alojados en hoteles con cargo a la compañía, mientras que a aquellos que lo hicieron por su cuenta se les ha aconsejado que presenten una solicitud a Ryanair al objeto de que se les puedan reembolsar los gastos.
Para la aerolínea irlandesa, el ENAC se comporta con una evidente falta de imparcialidad cuando se trata de asuntos relacionados con esta compañía.
El sector, alarmado por las pérdidas que las cancelaciones de vuelos pueden seguir ocasionando, ha puesto en tela de juicio por boca de la Asociación Europea de Aerolíneas (AEA) la normativa existente en este momento, estimando que los gastos derivados de los alimentos y alojamiento que deben recibir los pasajeros bloqueados sean pagados con dinero público.
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