El Ministerio de Fomento español se encuentra investigando las causas que concurrieron en el aterrizaje de emergencia de un avión de Ryanair que tuvo lugar el pasado día 14 de mayo en el aeropuerto de Valencia, después de que el piloto declarase emergencia por falta de combustible.
Según se recoge en el informe preliminar de la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil, la aeronave B-737-800 operada por Ryanair realizaba un vuelo entre el Aeropuerto de Stansted (UK) y el Aeropuerto de Alicante (España).
Autorizada a aterrizar por la pista 10 (Aeropuerto de Alicante LEAL) realizó motor y al aire debido a condiciones meteorológicas adversas (cizalladura), prosigue el citado informe.
La tripulación intentó una nueva aproximación, esta vez por la pista 28 pero finalmente, ante condiciones de viento similares, decidió desviarse al aeropuerto de Valencia y aterrizar allí.
La tripulación declaró urgencia (PAN) debido a que se encontraba en situación de mínimos de combustible y, cuando estaba en aproximación de la pista 12 declaró finalmente emergencia (MAYDAY), aterrizando sin novedad en el Aeropuerto de Valencia.
Una vez allí, tras comprobarse la cantidad de combustible remanente (440 Kg en el tanque 1, 470 Kg en el tanque 2 y 0 Kg en el tanque central), la aeronave fue repostada y el vuelo continuó hacia Alicante, finaliza el informe preliminar.
La comisión investiga las razones por las cuales la aeronave iba tan escasa de combustible hasta el punto de que los pilotos considerasen que tanto el avión como los pasajeros y tripulantes se enfrentaban a una situación de riesgo cierto al declarar mayday momentos antes de aterrizar, cosa que finalmente pudieron llevar a cabo sin incidencias.
En la aeronave viajaban 138 pasajeros y 6 tripulantes.
Algunos expertos, en declaraciones a los medios, han manifestado que de haberse encontrado dificultades meteorológicas también en el aeropuerto valenciano, el avión pudiera haber quedado sin combustible en pleno vuelo.
El Colegio Oficial de Pilotos de la Aviación Comercial (COPAC), ya ha solicitado hace meses a la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) que se investiguen más a fondo los procedimientos operacionales que emplea dicha compañía.
El COPAC considera que debe ser analizado en profundidad el modelo de negocio de aerolíneas como Ryanair, por si el mismo tuviera incidencia en la seguridad aérea y en el servicio que reciben sus usuarios.
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