Stephen Schneider, uno de los científicos más relevantes en materia de medio ambiente, murió este lunes en pleno vuelo, cuando viajaba en un avión de la compañía aérea escandinava SAS, que se dirigía a Londres desde Estocolmo, donde el científico había acudido a una reunión.
El profesor Schneider, de 65 años, se sintió indispuesto durante el vuelo a la capital británica y fue atendido por una enfermera que se encontraba a bordo, pero su estado de salud se fue agravando rápidamente, por lo que el capitán de la aeronave solicitó un aterrizaje de urgencia en el londinense aeropuerto de Heathrow.
Una vez en tierra los servicios de asistencia médica entraron en el avión para atender al científico, sin que consiguieran recuperarle de la parada cardiorespiratoria en que se encontraba.
Había nacido en 1945 y trabajado como asesor de las agencias federales de Estados Unidos con los diversos presidentes de los últimos años, desde Nixon hasta Obama.
Stephen H. Schneider era un prominente investigador del cambio climático, profesor de biología y uno de los climatólogos más importantes del mundo, además de luchador incansable en el desarrollo de medidas para hacer frente al calentamiento global.
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