martes, 21 de septiembre de 2010

Los vuelos baratos: creencias y realidades



Un experto con el que conversaba hace unos días me comentaba que los vuelos baratos, llamados también populamente “low cost”, no son una moda transitoria, sino que van a jugar un importante papel en el futuro.

“El ‘low cost’ ha llegado para quedarse, lo que producirá grandes transformaciones en el sector, pero la demanda de estos vuelos seguirá en aumento”, me comentó.

A las compañías de vuelos baratos también les queda un largo camino por recorrer, ya que tienen que encontrar un equilibrio entre el precio que demandan los clientes y la calidad del servicio que prestan.

Ahora mismo, los vuelos de las aerolíneas “low cost” no es que sean muy baratos, es que los de las compañías tradicionales son muy caros, pero éstas ya están recorriendo el camino a toda prisa para mejorar su productividad, un camino que pienso que no será tan fácil y corto como podría suponerse.

Especialmente en las rutas en las que exista competencia con las “low cost”, las tradicionales tendrán que buscar soluciones adecuadas, quizá montando subsidiarias de bajo coste, o habilitando otras posibles soluciones, ya que si no, el cada vez más numeroso público partidario de los vuelos baratos, seguirá fugándose de su mercado.

Vemos como Ryanair ha desbancado a Iberia como líder en el pasado mes de julio en vuelos en los que está en competencia y, ahora que opera en el aeropuerto de Barcelona, espera conseguir el liderazgo de manera permanente.

Pero Ryanair está consiguiendo su crecimiento en base no sólo a unos precios relativamente baratos en comparación con su competencia, sino principalmente debido a la agresiva campaña publicitaria de “coste cero” que sigue, manejando a los medios para estar en el foco de la actualidad y consiguiendo que algunos de ellos divulguen sus ofertas de vuelos a cinco euros como si de verdaderas noticias de interés periodístico se tratasen.

Y no sólo eso, sino que también maneja a sus clientes, los pasajeros, haciéndoles creer que los vuelos que ofrece son más baratos de lo que en realidad son.

De hecho, nosotros hemos examinado minuciosamente los precios finales de la irlandesa y de algunas de las competidoras que operan las mismas rutas, y hemos encontrado que los mismos, en diversas situaciones de requerimiento de servicios son, en más del 60 por ciento de las veces, ligera o moderadamente más caros en Ryanair que en su competencia.

Esta es una realidad que cualquiera puede comprobar fácilmente ya que los precios están ahí, por lo que no requiere de mayor demostración, a pesar de lo cual, muchos pasajeros piensan que encontrarán sus vuelos más baratos en esta compañía, gracias a los excepcionales efectos que la excelente mercadotecnia de la empresa le está dispensando.

Quizá las competidoras de la irlandesa no han hecho sus deberes todo lo bien que deberían para dotar de la imagen necesaria a sus compañías y atraer a más compradores.

Sin embargo, el modelo basado en la imagen y en el crecimiento no puede durar indefinidamente: los compradores terminarán entendiendo lo que se les está dando a cambio de su dinero.

El propio consejero delegado de Ryanair ya comentó hace unos días que tendrán que dejar de pensar en que su compañía tiene que ser la más barata del sector, para prestar unos mínimos de calidad en el servicio que ahora no ofrece.

¿Alguien cree realmente que se puede vender un vuelo de corto recorrido por diez euros, ida y vuelta?

Pues por lo visto, muchos pasajeros partidarios sin análisis de esta compañía creen que sí, es decir que un avión de 150 plazas, por ejemplo, puede hacer un vuelo de ida y vuelta por 1500 euros, pagar al personal, combustible, mantenimiento, aeropuertos y demás gastos, y encima ganar dinero la compañía.

Parece ser que todavía hay personas que creen en los milagros: bendita fe.

Esto no quiere decir que no se oferten algunos asientos por 10 euros, con todas las restricciones posibles; hasta estos días ha estado activa una de las promociones de Ryanair para vuelos de ida y vuelta por 10 euros, y hemos podido comprobar que sí se podía reservar algún vuelo a ese precio (pagando con prepago y sin otros servicios, claro), pero eso no significa más que algunos pasajeros (muy, muy pocos) pueden hacer su vuelo al precio publicitario.

Mi impresión es que tanto Ryanair, como otras aerolíneas de vuelos publicitariamente baratos, cuando hayan agotado su crecimiento tendrán que ser compañías de vuelos baratos reales, donde el precio anunciado no sea un 3.000 por ciento más barato, por ejemplo, que el precio que el cliente promedio terminará pagando: no suele salir gratis insultar a la inteligencia de la gente.

Tendrán que ser compañías de vuelos baratos, pero serias y sofisticadas, con sobrios servicios, pero suficientes para un corto recorrido, donde lo que espera obtener el cliente sea lo que realmente obtiene.

El pasajero debe tener la sensación de que vuela con una compañía donde la seguridad y un mínimo servicio están plenamente garantizados.

El que se trate de un vuelo barato no significa que el mismo pueda convertirse en una caja de sorpresas.

Seamos serios: lo mejor es que las creencias y la realidad vayan de la mano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Destinos: