domingo, 24 de octubre de 2010

Consejos para vencer el miedo a volar



Muchas personas tienen un cierto temor a embarcarse en un avión por la sensación desagradable que experimentan por el mismo hecho de volar.

Desplazarse por el aire no es una experiencia natural para los humanos y al hacerlo en un medio como el avión, el organismo puede reaccionar como si se encontrase ante una verdadera situación de peligro.

Naturalmente, no todas las personas experimentan el mismo tipo de miedos y sensaciones desagradables al volar, por lo que las soluciones a este problema pueden requerir diferentes tratamientos.

En algunos casos puede sentirse un miedo intenso e invencible al hecho de entrar en el avión para disponerse a iniciar un vuelo, lo que genera elevados niveles de angustia y ansiedad, que pueden requerir el concurso de un especialista para efectuar una desensibilización progresiva que vaya venciendo ese miedo irracional a volar.

Pero, con excepción de estos casos extremos que necesitan de tratamiento especializado, la mayoría de las personas que experimentan miedo a volar pueden vencerlo por sí mismas poniendo en práctica una serie de actuaciones para convertir su vuelo en una experiencia placentera.

En ocasiones, el miedo surge por los pensamientos de los afectados al recrear recuerdos de accidentes mortales que, por ejemplo, han visto en la televisión o incluso en el cine, como elementos de ficción.

También puede surgir temor al sentirse vulnerable y sin control para actuar al viajar desplazándose a esa altura del suelo.

Muchas veces el temor nace por el desconocimiento de la tecnología del funcionamiento de la aeronave, lo que puede producir alarma y sensación de angustia ante cualquier cambio o ruido que se observe durante el vuelo al tener focalizada su atención en el desarrollo del mismo.

Otra causa de temor es la preocupación sobre si el piloto o los sistema de ayuda en tierra cometerán algún error que desencadene una tragedia, lo que alimenta elevados niveles de ansiedad en las personas que mantienen estos pensamientos.

He aquí algunos consejos para mejorar la situación y la experiencia de su vuelo.

1. Trate de relajarse y no mirar por la ventanilla del avión si observa que ello aumenta el nivel de ansiedad que experimenta.

Mire a las personas, al personal auxiliar del vuelo o a puntos fijos de la cabina de la aeronave.

Respire profundamente, practique la respiración abdominal y ponga en marcha algunas técnicas de relajación.

Converse con el compañero de al lado y centre la atención en la conversación mantenida, no en el desarrollo del vuelo, dando por supuesto que del mismo ya se ocupan los pilotos.

2. Desarrolle pensamientos positivos hacia la tripulación del avión, considerando que los pilotos están perfectamente formados para desarrollar su trabajo, y que de hecho lo hacen todos los días sin ningún tipo de contratiempos.

3. Piense que el avión es un medio de transporte muy seguro, muchísimo más que si viaja por carretera, por ejemplo.

El avión dispone de potentes tecnologías que refuerzan la seguridad con las que no cuentan otros medios de transporte.

Piense que la preparación de un piloto para manejar un avión en las vías aéreas, mucho más descongestionadas de tráfico que las autopistas, es muchísimo mayor que la de un conductor normal de los que comúnmente se encuentra en la carretera cuando va cada día al trabajo.

4. Si observa algún detalle del desarrollo del vuelo que le causa temor, consúltelo con los auxiliares de vuelo, ellos le darán la información que necesita para tranquilizarse y ver que es algo normal en el curso del mismo.

5. Si puede viajar acompañado, hágalo: esto le resultará de ayuda al poder conversar de forma más directa y distendida que con un compañero de asiento casual a quien no conoce.

6. Lleve revistas o libros para leer durante el vuelo, o vea la película que proyectan en vuelos de medio o largo recorrido, o bien escuche música relajante, ya que ello le impedirá focalizar su atención en los ruidos o movimientos que efectúa el avión en el normal desarrollo del vuelo.

7. Vaya vestido con ropas cómodas que le ayuden a sentirse relajado y procure pensar los detalles agradables de su viaje, por ejemplo si efectúa un viaje por turismo vaya pensando en todo lo que le espera a su llegada a destino, el hotel, las excursiones, las visitas que ha programado, etc.

8. Si el vuelo atraviesa una zona de turbulencias pueden esperarse movimientos del avión, pero piense que aunque quizá experimente sensaciones desagradables no implica en absoluto que el nivel de seguridad sea menor.

Tenga en cuenta que durante una tormenta el avión puede efectuar movimientos en sentido antigravitatorio al atravesar masas de aire con diferentes presiones, y entonces puede sentir una falta de sustentación al disminuir la sensación de peso de su cuerpo, o bien si el movimiento es gravitatorio, la sensación será en el sentido de aumentar su peso corporal, lo cual suele generar ansiedad.

Si esto ocurre piense que es un proceso absolutamente normal, aunque desagradable, que generalmente le afectará a la zona abdominal de su cuerpo ya que las vísceras flotan en el abdomen y estos movimientos hacen que se desplacen hacia arriba y hacia abajo y choquen contra el diafragma.

Hasta que la turbulencia haya pasado debe tener el cinturón de seguridad debidamente abrochado, no levantarse del asiento y desechar pensamientos negativos en relación con la seguridad del avión.

9. En general no conviene tomar bebidas excitantes antes del vuelo como el café o el té, pero le será de ayuda tomar alguna infusión de hierbas relajantes para sentirse más tranquilo.

10. Durante el vuelo sea positivo, bromee con las personas que le acompañen en su viaje o con los compañeros de al lado y mantenga una conversación sobre temas que le interesen y que le mantengan ocupado.

Si el vuelo es intercontinental o de larga duración, generalmente terminada la película o películas proyectadas, la gente suele dormir si el vuelo es nocturno, por lo que encontrará una buena ocasión para relajarse y descansar.

Además, se lo digo por experiencia, las películas que suelen proyectar en muchos vuelos suelen ser soporíferas, lo que en caso de tener miedo a volar viene a ser una ventaja, ya que si duerme no tendrá ocasión de pensar en sus miedos y se sentirá mucho mejor a la llegada a su destino.

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