jueves, 18 de noviembre de 2010

Vacaciones, escáneres e imágenes filtradas de ciudadanos “desnudos”



Si usted ha previsto viajar este próximo mes de diciembre para disfrutar de sus vacaciones de fin de año, es conveniente que sepa que en muchos aeropuertos se han visto reforzadas las medidas de seguridad.

No cabe duda de que la seguridad en el transporte aéreo es absolutamente esencial: si los pasajeros percibiéramos que existen riegos evitables que pueden llegar a materializarse en cualquier momento, el turismo podría retraerse.

Pero la seguridad en los vuelos también tiene su contrapartida, y de este modo las medidas que se toman para el registro de los pasajeros pueden llegar a niveles de molestia elevados que desanimen al usuario a emplear este medio de transporte.

Especialmente rigurosas son las medidas que se toman en Estados Unidos, por lo que si tiene pensado viajar al país norteamericano tendrá que tomárselo con calma, siendo conveniente que aumente el tiempo de anticipación antes de la salida de su vuelo en una o dos horas más, para que le dé tiempo a pasar las correspondientes revisiones, en caso de que por la afluencia de pasajeros en esas fechas, el tiempo empleado para completarla sea mayor.

Tenga en cuenta que debido a la severidad de las revisiones, a veces algún pasajero se enoja, provocando discusiones y retrasos en la revisión, con lo que si no ha tomado precauciones podría perder su vuelo.

En nuestra noticia de ayer, publicábamos como un joven informático en Estados Unidos se había negado a pasar la revisión por medio del escáner corporal, que ahora ya puebla muchos de los aeropuertos estadounidenses, y que ante la alternativa prevista de cachearlo manualmente, también se opuso por considerar que revisar sus partes nobles constituía un acto de agresión sexual, sin que los agentes de la TSA consiguieran persuadirle de que se trataba de una simple comprobación de seguridad.

Claro que ante los malhumorados pasajeros que aguardaban turno para ser revisados, el joven mantuvo su sentido del humor al indicar al agente que iba a registrarle que no le importaría que su mujer le tocase en tales partes, o incluso su doctor, pero no un agente de la TSA.

Ahora el informático se enfrenta a una multa de unos 11.000 dólares, pero consiguió su momento de gloria al aparecer su nombre en todos los medios de comunicación del mundo, a costa de hacer esperar a los pasajeros que hacían fila para pasar el control y abordar sus vuelos.

También hay personas que se niegan a pasar por los escáneres corporales alegando razones de salud, a pesar de que las autoridades advirtieron ya que no se ha comprobado que las radiaciones emitidas por las máquinas para poder representar la imagen de la persona bajo inspección puedan suponer un peligro para la salud de las mismas.

Sólo en Estados Unidos hay ya cerca de 350 escáneres corporales instalados, y se espera llegar a las 1.000 unidades a finales del próximo año.

Una encuesta recientemente publicada en ese país, indicaba que 8 de cada 10 estadounidenses aprueban el uso de escáneres corporales en los aeropuertos.

Un 15 por ciento, en cambio, se opone a los mismos al estimar que suponen una violación de su privacidad.

Los pasajeros pueden negarse al examen mediante el escáner, pero entonces serán sometidos a un cacheo que incluye la palpación de sus partes íntimas, lo cual también es percibido como una violación de su intimidad por muchos de ellos.

Para añadir más leña al fuego en este aspecto, hoy se ha conocido que a pesar de que las autoridades nos han repetido hasta la saciedad que las imágenes de las personas examinadas por los escáneres corporales no pueden conservarse ni almacenarse, el sitio web Gizmodo ha filtrado imágenes y vídeos de personas pasando la inspección por un escaner de seguridad en el Tribunal Federal de Florida.

Afortunadamente para las personas afectadas, la nitidez del escaner del que provienen las fotografías ahora filtradas y que no debieron almacenarse, no es muy alta.

Sin embargo, las imágenes de los escáneres de la Administración de Seguridad en el Transporte son mucho más nítidas, y de ser publicadas el daño producido a los afectados podría ser serio.

No hay constancia alguna de que se hayan producido filtraciones con las imágenes de pasajeros escaneadas en los aeropuertos, pero el incidente de esta filtración en Florida podría ser indicativo de que ello no es imposible.

Por eso, aunque la seguridad es importante, los medios para lograrla también los son.

Mientras se resuelve el conflicto entre seguridad y privacidad de forma satisfactoria, es recomendable que si usted va a volar durante las próximas vacaciones de diciembre, se arme de paciencia y buen humor para hacer más llevaderas las inspecciones aeroportuarias.

Y si ya ha pasado por esta experiencia quizá quiera compartirla con nosotros: cuéntenos sus impresiones.

Es indudable que el debate está servido.

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