La aerolínea alemana Lufthansa va a dar comienzo este viernes día 15 de julio los vuelos regulares usando biocombustibles durante un periodo de prueba de seis meses, según comunicó la propia compañía.La ruta entre Hamburgo y Fráncfort con una frecuencia de cuatro vuelos diarios será la primera efectuada con un Airbus que use biocombustibles, y convierte a la compañía en la primera también en usar este tipo de combustibles para vuelos comerciales durante un tiempo de prueba tan largo.
En el curso de este periodo, una de las turbinas de la aeronave será alimentada con combustible convencional y la otra con una mezcla de éste y biocombustibles.
De acuerdo a lo explicado por la compañía aérea, durante estos seis meses se reducirán las emisiones anuales de CO2 en 1.500 toneladas, y la prueba tendrá un costo de 6,5 millones de euros, de los que 2,5 serán fondos públicos alemanes para apoyar la investigación.
Con esta iniciativa, la empresa trata de alcanzar el objetivo de reducción del 3 por ciento de las emisiones de CO2 hasta el año 2012, impuesto por la directiva europea.
El biocombustible empleado por la aerolínea alemana utiliza la jatrofa, un arbusto de la familia de las euforbiáceas, originario de África, Norteamérica y el Caribe, y que es utilizado para fabricar el biocombustible por una empresa finlandesa.
Como se recordará, la aerolínea holandesa KLM ya probó a finales del pasado mes de junio la impulsión usando biocombustibles con resultados satisfactorios, efectuando el vuelo KL1233 con un Boeing 737-800 que transportó a 171 personas de Amsterdam a París.
Sin embargo, el biocombustible que utiliza Boeing no tiene su origen en un vegetal, sino que utiliza aceites de cocina usados procedentes de las frituras y debidamente reciclados.
KLM ha anunciado que a partir del próximo mes de septiembre efectuarán sus vuelos regulares en esta ruta Amsterdam-París haciendo uso de un 50 por ciento de biocombustibles.
La aerolínea holandesa dijo estar interesada en el uso de diferentes materias primas para el biocombustible, siempre que se mantengan criterios de sostenibilidad, como la reducción de emisiones de CO2 y un mínimo impacto sobre la biodiversidad y la producción de alimentos.
Muchas de las compañías aéreas se encuentran ahora en un proceso de búsqueda activa de biocombustibles que les permitan de forma rentable reducir sus emisiones contaminantes.
Por contraposición, algunos expertos han señalado que el uso de ciertos biocombustibles puede tener efectos adversos sobre la producción y el precio de los alimentos, así como sobre el propio medio ambiente, por lo que el uso de los mismos no está exento de polémica.
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