lunes, 30 de enero de 2012

Los derechos de los pasajeros ignorados por las aerolíneas

La relación entre los pasajeros y algunas aerolíneas a la hora de establecer un contrato de transporte no parece que se encuentre en una situación de justo equilibrio, y los derechos de aquellos no son siempre respetados por las empresas de transporte aéreo.

Este fin de semana tuvimos ocasión de ver como Spanair cerraba abruptamente sus operaciones abandonando a los pasajeros a su suerte, tras aparcar sus aviones a la hora del cierre anunciada.

Parece raro, y desde luego no conforme con las normas de respeto que las empresas suelen tener normalmente con los clientes, que sabiendo tiempo ha de la inviabilidad del proyecto de Spanair, no se haya previsto el cierre de las actividades ordenadamente, retirando la venta de billetes con la debida antelación y dando servicio a los clientes que habían contratado su vuelo.

Es decir, haciendo lo que cualquier empresa seria haría, incluso inmersa en dificultades financieras, que nos es otra cosa que prever la situación con tiempo y cumplir los compromisos adquiridos con los clientes que le han adelantado dinero para contar con sus servicios.

Proyectos inviables


Claro está que usted tendrá todo el derecho del mundo a dudar de si una aerolínea que comunica su cierre a las autoridades con seis horas de anticipación es una empresa seria o no: si su presidente no conocía que tendría que cerrar la empresa ni 24 horas antes, quizá deba inferirse que sus dirigentes eran incompetentes, no empresarios eficaces, desde luego, quizá más bien influidos de carácter político donde todo parece posible, y acostumbrados, sin duda, a manejar dinero ajeno que a ellos personalmente no les afecta.

Ahora, con el dinero público gastado en un proyecto que se ha disipado tal y como indicaban hace mucho tiempo las expectativas, los pasajeros son abandonados a su suerte y sus derechos ignorados, como ya ha ocurrido anteriormente con otras aerolíneas que corrieron parecida suerte.

Según se ha informado, el Ministerio de Fomento pondrá en marcha inmediatamente un expediente sancionador a Spanair, para que la compañía responda por el cese abrupto de su actividad que deja en tierra a miles de personas.

Pasajeros abandonados


Pero los pasajeros que iban a volar estos días, o quizá dentro de semanas o meses, han resultado ya gravemente perjudicados al echar por tierra su plan de viaje, que ya habían pagado a la compañía, ahora inactiva.



Es cierto que los afectados tienen derecho a que Spanair les recoloque en otros vuelos o les facilite medios de transporte alternativos para que puedan alcanzar su destino, salvo que opten por el reembolso del importe íntegro de sus billetes, pero el tiempo y los recursos que tendrán que emplear en las reclamaciones invalidan de hecho en muchos casos los beneficios de un posible resultado favorable a su demanda.

Recordemos además, que la compañía debe prestar al pasajero afectado la asistencia que sea necesaria, como es el caso de comida, bebida y alojamiento u otras necesidades que puedan surgir durante la espera.

Reclamaciones


Será conveniente, por tanto, que los afectados por las cancelaciones reclamen las compensaciones que les correspondan según el tipo de daño sufrido como consecuencia del cese de las actividades de Spanair, para lo cual deben dirigirse en primer lugar a la propia aerolínea y si no recibiesen respuesta satisfactoria tendrían que presentar la correspondiente reclamación en la Agencia de Seguridad Aérea (AESA), bien por teléfono (91 396 82 10) o bien por medio de su sitio web.

Otra posibilidad de reclamación al alcance del pasajero que vio cancelado su vuelo es acudir a los organismos competentes en materia de consumo de las Comunidades Autónomas, o bien a las Oficinas Municipales de Información al Consumidor (OMIC) y a las diversas asociaciones de consumidores.

El pasajero, a pesar de conservar sus derechos, tendrá que sufrir en muchos casos múltiples inconvenientes, gastos y pérdidas de tiempo para tratar de conseguir el reembolso de lo pagado por un servicio que la ineficiente gestión de unos empresarios aficionados canceló de la noche a la mañana, todo ello como solución drástica a un problema que se conocía desde hacía meses, si no años.

“Falta de visibilidad”


El presidente de Spanair, Ferran Soriano, dijo al cerrar las actividades que la decisión era debida a “la falta de visibilidad financiera para los próximos meses”, parece ser que súbitamente sobrevenida, tras la retirada de Qatar Airways que supuestamente iba a inyectar 150 millones de euros y de la administración e instituciones catalanas que ya han aportado al agujero negro en que se había convertido la línea aérea más de 100 millones de euros.

Pasajeros abandonados a su suerte sin previo aviso, dinero del contribuyente despilfarrado en proyectos utópicos e inverosímiles que no se sabe como llevar a cabo: éste es el balance de la gestión de supuestos directivos cualificados, que de empresarios tienen, a lo que los resultados presentan, lo que yo de astronauta.

Eso sí, casi 3.000 personas más que pierden su puesto de trabajo en un momento en que el paro en España llega a niveles insoportables.

¿Se quedará también en el paro el señor Soriano, tras su incapacidad manifiesta para llevar a buen puerto el proyecto?

No sé lo que usted piensa, pero... ¡yo diría que no!

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