Además, ha logrado un aumento del 15 por ciento en su nivel de ingresos, llegando hasta los 3.106 millones de euros, frente a los 2.712 millones de euros del mismo periodo del pasado año.
Sus ingresos por servicios complementarios (recargos por equipaje, ventas a bordo, cargos por embarque prioritario, etc.) también experimentaron un aumento del 12 por ciento, con un promedio aproximado de 12 euros por pasajero.
Asimismo, ha conseguido incrementar un 7 por ciento el número de pasajeros, que alcanza en estos seis meses la cifra de 48 millones, frente a los 44,7 millones del semestre correspondiente de 2011.
Según la aerolínea de bajo coste, estos resultados superan sus expectativas debido a la fuerte demanda en los vuelos de este verano, el aumento del 6 por ciento en promedio en el precio de sus billetes y el menor gasto de carburantes debido al éxito de su programa de ahorro de combustible.
Sin embargo, a pesar de este ahorro, su factura de carburantes subió un 24 por ciento en el primer semestre de su año fiscal, situándose en los 218 millones de euros.
Excluyendo el combustible, los costos unitarios aumentaron un 2 por ciento a pesar su estricto control, lo que, según Ryanair, es en parte debido al coste del tráfico de control aéreo en Italia y a las elevadas tasas aeroportuarias en España.
Para contener estos costes la aerolínea irlandesa ha implementado un programa de reducción de vuelos en España durante la temporada de invierno, lo que ha supuesto la eliminación de numerosas rutas que no considera rentables.
Asimismo, destacó que el precio promedio de sus billetes, que situó en 53 euros, es el más bajo a disposición de los consumidores de la Unión Europea.
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