En ente sentido ha explicado que, de acuerdo al mandato del Congreso, en junio de 2013 todos los escáneres corporales deben estar equipados con una aplicación informática que elimine la imagen del pasajero virtualmente desnudo que revisan los agentes de la TSA en sistemas que no incorporan esta tecnología.
El programa, al detectar una alerta, permite ver en qué zona zona del cuerpo está situado el objeto que puede suponer una potencial amenaza, representado sobre la silueta genérica de una figura humana que no es la imagen real del cuerpo del pasajero, lo que permite salvaguardar su privacidad.
Así, debido a que uno de los fabricantes de estos escáneres corporales no ha podido desarrollar la aplicación destinada al efecto a pesar de la ampliación del plazo en un año para llevar a cabo este trabajo, la TSA da por finalizado el contrato en junio de este año para cumplir con el mandato del Congreso, según ha informado la propia agencia.
De este modo, a partir del 1 de junio de 2013, los pasajeros solo serán examinados, de manera opcional, por máquinas que contengan este programa, facilitándose la operación y permitiendo un mejor rendimiento, lo que supone un paso más rápido por los filtros de inspección y una mayor seguridad para el viajero, según refiere la TSA.
Esto es debido a que con el nuevo sistema que representa los posibles objetivos a examinar sobre la silueta de una persona genérica, los agentes de la TSA ya no necesitan ver la imagen en una sala de proyección situada a distancia para que el agente no pueda ver al pasajero examinado y aplicando medidas adicionales para la protección de la privacidad.
Alternativamente, el pasajero puede declinar el paso por el escáner corporal y optar por un examen físico completo que incluye un cacheo para comprobar que no transporta en el cuerpo objetos no permitidos por la ley o que supongan una potencial amenaza.
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