viernes, 25 de septiembre de 2009

Como consultar rápidamente el precio de un vuelo desde Twitter




Como sabemos, comprar un vuelo barato no es tarea fácil en muchas ocasiones.

Cuando los precios de la mayoría de los vuelos variaban lentamente, la ayuda de los metabuscadores o comparadores de precios resultaban de utilidad pues podían suministrarnos un listado de vuelos baratos con las opciones de precio de los distintos sitios donde, finalmente, podíamos efectuar la compra.

Ahora los precios varían muy rápidamente ya que las aerolíneas tratan de aumentar la ocupación de sus vuelos al máximo posible antes de abandonar una ruta o restarle una frecuencia por falta de rentabilidad.

Por eso, ya la cuestión no es dónde comprar el vuelo, para lo cual los comparadores servían de inestimable ayuda, sino cuándo comprarlo, ya que de ello depende la parte más sustancial del ahorro.

En una prueba efectuada recientemente en la que el precio de un vuelo se consultó cada 2 horas se observó una diferencia de un 23,7% considerando la misma aerolínea y ruta, y un 46,1% considerando otra aerolínea y ruta, opción que en la anterior observación no estaba disponible.

Por eso, consultando con cierta frecuencia el precio se puede obtener un ahorro más significativo al determinar mejor el momento en que hay que comprar.

Claro está que siempre se pueden consultar los sitios de las agencias o de los compraradores cada poco tiempo, pero esto suele constituirse en una tarea bastante tediosa y molesta.

Para aligerar esta labor los aficionados a las redes sociales, concretamente los usuarios de Twitter, pueden obtener un precio actualizado de su vuelo simplemente mandando un mensaje directo a @preciovuelo y en unos minutos recibirán la contestación a su consulta.

Por ejemplo, si se está siguiendo el precio de un vuelo Madrid-Londres para salir el 5 de Enero de 2010 y regresar 15 del mismo mes basta con enviar:

D preciovuelo MAD-LON 05-01-2010 15-01-2010

En unos minutos recibirá un mensaje directo con el precio de su vuelo. Este precio se refire siempre a un adulto, ida y vuelta y con las tasas incluídas.

Mediante el enlace suministrado en la respuesta puede acceder directamente a nuestro sitio, donde puede modificar, por ejemplo, el múmero de pasajeros, antes de seleccionar el proveedor que elija para efectuar la compra.

Como todos los vuelos no varían de precio con la misma rapidez es conveniente que si entre una y otra observación no aparece diferencia apreciable de precio, espacie un poco más las consultas.

En cambio, si ve que hay variación de precio entre las consultas puede hacerlo con más frecuencia para aumentar la posibilidad de obtener un precio más barato.

De esta forma puede obtenerse el mejor precio, ahorrando tiempo en las consultas al hacerlas más sencillas y eficaces, pues de nada le servirá manejar la gran cantidad de listados, filtros de precios y herramientas de comparación que ofrecen los sitios de proveedores o comparadores o incluso nuestro propio sitio si en ese momento no hay un buen precio disponible.

La propia sencillez de la consulta facilita además el acceso a la respuesta por medio de dispositivos móviles, en cualquier lugar y en un tiempo mínimo.

lunes, 21 de septiembre de 2009

Cómo saber el momento de comprar un vuelo lo más barato posible



El pasado jueves recibía un email de Mónica, una seguidora de nuestro sistema para comprar vuelos baratos, la cual tenía un enfado monumental porque...

«...resulta que compré el vuelo hace ya casi 3 meses por 780 euros y ayer en la información que me mandan y cuando ya faltan menos de 2 meses para salir, el precio es de 425 euros.

He mirado y es el mismo vuelo y en la misma línea que he comprado [...] Me ha amargado el viaje, lo compré en una agencia de Barcelona, no por Internet.

Me dijeron que comprando con anticipación se ahorraba bastante, que en los últimos días podía llegar a 1000 euros.»


En realidad, lo ocurrido a Mónica es algo bastante frecuente. Al oir constantemente por efectos de la publicidad que comprando con mucha anticipación se obtienen precios más baratos o mejores descuentos, muchas personas llegan al convencimiento de que tal cosa es así realmente.

Ya lo hemos dicho en artículos anteriores: quitando algunos casos concretos la mayor parte de las veces no es una buena idea comprar con mucho tiempo de anticipación, salvo para el vendedor, lógicamente.

Comprar con cinco meses de antelación excluye la posibilidad de encontrar una buena oferta para conseguir un vuelo barato.

Tampoco es buena idea preguntar en una agencia si conviene comprar en ese momento ya que la misión de estas empresas es vender a todo cliente lo antes posible y, por supuesto, no tendría ningún sentido comercial decirle al cliente que mejor espere unos meses, ya que lo más probable es que ese cliente termine comprando su vuelo en la competencia.

¿Qué hacer, pues, para que no nos ocurra lo que le ha pasado a Mónica?

1. Eliminar prejuicios mentales a veces muy arraigados del tipo: «cuánto antes compre el vuelo más barato será» o «lo mejor es ver donde está más barato mi vuelo usando un metabuscador que compare en muchos sitios a la vez». Aunque ninguna de estas ideas permite comprar vuelos baratos, muchas personas las siguen aplicando al desconocer otros procedimientos.

2. Si no sabe cual es el mejor precio al que podría comprar su vuelo no lo compre todavía a no ser que falten pocos días para la salida, en cuyo caso la situación ya no tiene arreglo. Si no tiene ni idea de cuanto vale un café en el bar de la esquina, y entra y pide uno, cuando lo pague ¿podría decirme si le ha resultado caro o barato?

3. No se informe de cual será el mejor precio al que puede conseguir su vuelo en una agencia de viajes ni por medio de un comparador de precios de vuelos de los que abundan en Internet. Ninguno de estos instrumentos está en disposición de contestar a esta pregunta.

4. Empiece a interesarse por el precio de su vuelo cuando falten entre tres y cuatro meses para la salida.

5. Utilice un analizador de precios de vuelos para ir viendo que precios máximos y mínimos va teniendo su vuelo.

6. Si lo prefiere, monitorice el precio para hacerse una idea de como fluctúa día a día. Es más cómodo verlo en un gráfico.

7. Siga la observación del precio durante al menos un mes, tras lo cual ya puede tener una buena idea sobre cual será un buen precio para su vuelo.

8. Sitúe su período de compra entre mes y medio y tres meses antes de la salida del vuelo. Si durante ese lapso encuentra un buen precio para su vuelo cómprelo en ese momento.

9. Si falta más de mes y medio para la salida del vuelo no se precipite en la compra, si no encuentra un buen precio haga seguimientos más frecuentes: recuerde que los precios pueden variar incluso varias veces a lo largo del día.

10. Cuando encuentre un buen precio compre su vuelo sin dudar, deseche la incertidumbre de que quizá pueda encontrar un precio todavía mejor; piense que con un mes o mes y medio para la salida aumentan las posibilidades de que el precio el vuelo se incremente.

Y, ya para terminar, tenga muy en cuenta que para que no le suceda lo que a nuestra amiga Mónica, olvídese de seguir comprobando el precio del vuelo cuando lo haya comprado; dese de baja de la información de los precios que le podamos estar enviando y piense que ha hecho una muy buena compra, en la seguridad de que en el 90% de los casos habrá sido así efectivamente.

Y, por supuesto, como decíamos en un artículo anterior, ni se le ocurra preguntar cuánto le ha costado el vuelo a su compañero del asiento de al lado: lo más importante es que tenga un feliz viaje, y eso... ¡no tiene precio!

jueves, 17 de septiembre de 2009

¿Cuándo comprar un vuelo?



Muchos viajeros a la hora de comprar su billete de avión se preguntan qué proveedor o agencia de viajes lo vende más barato.

De hecho, se sabe que antes de comprarlo la mayoría busca precios en varios sitios web de agencias o aerolíneas e incluso en dos o tres comparadores de vuelos tratando de encontrar el mejor precio.

Es cierto que por este sistema puede ahorrarse algún dinero, pero, en general, por efecto de la competencia, salvo alguna excepción, las diferencias entre la mayoría de agencias solventes son escasas, apenas unos euros pueden separar el precio de la más cara del de la más barata. Se trata de un sistema poco eficaz para poder conseguir vuelos baratos.

Para comprar un vuelo realmente barato es necesario preguntarse (¡y saber responder!) ¿cuándo es el mejor momento para comprar un billete para viajar en una fecha determinada?

Comprándolo en el momento adecuado, el ahorro puede ser muy importante: por ejemplo, un vuelo intercontinental de 1200 euros puede conseguirse por sólo 450 euros.

¿Es fácil saber cuándo hay que comprar un vuelo para obtener un ahorro importante?

¿Cuál es el procedimiento a seguir para comprar vuelos realmente baratos?

¿Podemos conseguir siempre estos vuelos baratos?

¿Alguna herramienta puede ayudarnos a localizar y comprar un vuelo barato?

¿Es fácil saber cuándo hay que comprar un vuelo?
Desde luego que no, antes al contrario, a pesar de la gran cantidad de sitios web de operadores que venden billetes de avión y de la proliferación masiva de motores de búsqueda comparadores de precios de vuelos ofrecidos por agencias y aerolíneas, el comprar un vuelo barato es una operación difícil que la mayoría de los viajeros no logran conseguir.

En realidad, en sitios web como Rumbo, eDreams, Govolo, Lastminute, Terminal A, Expedia o Barceló Viajes, entre otros, el viajero encuentra cada vez una mejor ayuda para comprar un vuelo al mejor precio de ese momento y hacer una compra segura y satisfactoria.

La tecnología se ha mejorado, posibilitando que el viajero se convierta en su propio agente de viajes, configurando el vuelo que necesite a su medida ayudado por los filtros y otras herramientas que incorporan estos sitios, que, además, le permiten añadir a su pedido servicios complementarios que pudiera necesitar, como es el caso de hotel o alquiler de vehículo para desplazarse por su destino.

Como resulta lógico pensar, el cometido de los sitios web de los operadores que venden vuelos es ofrecer el mejor servicio a sus clientes a un precio razonable y similar al ofrecido por su competencia.

Otra ayuda complementaria para el comprador puede encontrarse en los comparadores de precios de vuelos.

Estimando como verdaderos sus anuncios de búsqueda en gran cantidad de sitios web para ofrecernos los mejores resultados de precio de cada uno de ellos, pueden ser considerados una ayuda en forma de ahorro de tiempo en comparación con el manejo personal de los datos independientes de cada uno de los proveedores.

La compra en el proveedor recomendado por el motor comparador no supone ningún encarecimiento en el vuelo, éste tendrá el mismo precio que si hubiéramos ido directamente al sitio web del vendedor, incluso en algún caso podemos encontrar un precio muy ligeramente inferior, de escasa relevancia, como consecuencia de acuerdos entre los responsables de los comparadores y los agentes de viajes.

De este modo, usando estos recursos razonablemente, e invirtiendo un tiempo en las búsquedas podemos llegar a conseguir un buen precio de vuelo en ese momento.

¿Cuál es el procedimiento a seguir para comprar vuelos realmente baratos?
Sin embargo, el conseguir un vuelo barato no depende tanto de dónde compramos los billetes sino de cuándo los compramos.

Desde luego, si no planeamos el viaje con tiempo y necesitamos comprar el vuelo de forma inmediata, se esfuma casi por completo la posibilidad de comprar un vuelo barato, excepto que esté presente la casualidad de que en el momento de la compra nos encontremos con alguna oferta de última hora, cosa bastante improbable, aunque a veces sucede.

Teniendo anticipado nuestro vuelo a unos meses vista aumentamos de forma importante la posibilidad de comprar el vuelo cuando su precio sea uno de los mejores.

Aún así, seguirá siendo una labor ardua, ya que los precios tienen la mala costumbre de variar constantemente.

Muchos piensan que el precio es siempre el mismo para un determinado trayecto o que, a lo sumo, varía en función del precio del combustible o de la proximidad de la salida del vuelo.

Desde luego que estos elementos pueden influir ligeramente, pero las variaciones del precio dependen de otros factores.

Recordemos que las compañías aéreas invierten gran cantidad de dinero en el software de gestión de rendimiento de los vuelos, cuya principal misión no es otra que maximizar el precio de cada pasaje del vuelo, en un esfuerzo para aumentar sus ingresos.

Así, podemos observar que si interrogamos cuatro veces al día el buscador de una aerolínea o agencia de viajes podemos encontrar cuatro precios diferentes para el mismo vuelo, con notables diferencias entre cada uno de ellos, llegando incluso a más del cien por cien de diferencia.

En datos reales la observación de un vuelo determinó estos resultados: a las 00:33 -> 178,78 €, a las 08:22 -> 176,20 €, a las 14:54 -> 59,10 € y a las 20:17 -> 176,20 €.

Si duda hubo compradores de 59,10 € que viajaron en el mismo avión que los compradores de 178,78 €.

Los programas informáticos de las compañías aéreas analizan a cada momento el número de plazas vendidas en cada vuelo, la tendencia histórica de ocupación del vuelo, los precios de venta de sus competidores para ese trayecto, la cuota temporal de mercado, los viajeros de última hora (negocios y urgencias), las fechas del calendario (vacaciones, días cómodos para idas o retornos) y otros muchos parámetros más para determinar en un momento dado cual será el precio de cada asiento.

Esto puede cambiar varias veces al día ya que si los precios del pasaje son altos los viajeros pueden quedarse en casa o viajar con la competencia y si son bajos el vuelo resultará poco rentable o deficitario.

Muchos de los precios muy baratos están disponibles a veces sólo unas pocas horas al día, bien para probar el efecto de esta estrategia en la ocupación del vuelo, bien para neutralizar los efectos de precios bajos en la competencia o simplemente por otras razones estratégicas.

¿Podemos conseguir siempre estos vuelos baratos?
Para tener una posibilidad razonable de obtener uno de estos precios baratos el comprador tendría que estar constantemente analizando y comparando precios las 24 horas del día y saber distinguir entre lo que es un buen precio y lo que no lo es, algo evidentemente disparatado.

Realmente lo primero que necesita saber un comprador es lo que es un buen precio para el vuelo que busca.

Para ello se necesita saber a qué precios se está vendiendo su vuelo.

No a qué precios se está vendiendo en este momento (sólo de utilidad si se va a comprar ya), sino a qué precios se ha vendido en los últimos dos meses, por ejemplo.

El precio actual puede ser el doble del precio de mañana o de esta misma noche.

El mejor precio de ahora mismo puede ser 250 € y el de mañana 85 €.

Nos interesa saber el precio más bajo que obtuvieron algunos compradores del vuelo que buscamos en los últimos días.

Sabiendo cuál es un buen precio para nuestro vuelo podremos identificar mejor las ofertas que nos ofrezcan los proveedores, pero saber cuándo aparecerán y cuánto durarán activas, seguirá siendo difícil sin la ayuda de herramientas especializadas.

¿Alguna herramienta puede ayudarnos a localizar y comprar un vuelo barato?
Un sistema de alertas para pasarnos la información de cuándo un vuelo tiene un buen precio puede ser una ayuda más eficaz, especialmente si estamos atentos a la alerta y podemos aprovechar la oferta durante el poco tiempo que ésta pueda estar activa.

Pero incluso si no llegamos a tiempo de aprovechar una buena oferta, el conocimiento del precio más barato al que realmente puede venderse el vuelo puede hacernos aprovechar una segunda oportunidad con un precio también bajo, especialmente si aún falta tiempo para la salida del vuelo y podemos esperar.

Lógicamente, si un analizador de precios nos envía una alerta vía email sobre una oferta de nuestro vuelo que permanece activa 6 horas en el sistema de precios y nosotros revisamos nuestro correo cada dos días no tenemos muchas posibilidades de obtener un vuelo barato.

Será imprescindible estar atento a las alertas de precios, pero el trabajo que tendremos que hacer estará limitado a ir al proveedor indicado por el analizador, comprobar que la oferta sigue activa y que su precio es un buen precio o está muy cerca del precio mínimo que marque el analizador para ese vuelo y comprar en ese mismo momento, antes de que la oferta sea retirada del sistema de precios.

lunes, 14 de septiembre de 2009

¿Estamos ante el fin de los vuelos baratos?




Hace unos meses viajaba en un vuelo intercontinental hasta una ciudad del Mar de Cortés, destino que incluye dos vuelos de ida y dos de vuelta (unas 14 horas de vuelo por cada trayecto) por el módico precio de 430 euros, incluidas tasas y gastos de gestión.

Los vuelos baratos, como éste, contribuyen a la expansión de la actividad, y de no ser por la crisis econónica, que ha producido caídas en el número de pasajeros transportados en todo el mundo, estaríamos ante un importante crecimiento de la demanda.

Ahora bien, el aumento incontrolado del número de vuelos está produciendo un incremento de la contaminación y alteración del medio ambiente que, según los científicos menos alarmistas, puede llevar a consecuencias catastróficas debido al cambio climático que se está produciendo.

Las propias estelas de los aviones y otras partículas contaminantes en suspensión en la atmósfera producen un efecto de ligero enfriamiento al restringir la llegada de la luz solar a la tierra que no permite observar en realidad la magnitud del calentamiento global que se está produciendo y que podría ser mucho mayor del esperado.

Algunas autoridades del Comité para el Cambio Climático (CCC) han manifestado ya sus temores a que un crecimiento desmesurado de los viajes en avión produciría un aumento en las emisiones de gases de efecto invernadero que puede tener una incidencia muy negativa en el problema del calentamiento global.

Este es un problema serio pues la población mundial aumenta y naciones emergentes como China donde mejora la disponibilidad económica de sus clases medias demandan un incremento en la oferta de vuelos baratos.

En los países occidentales donde las aerolíneas low cost tienen una gran aceptación en un segmento importante de la población y las aerolíneas tradicionales estudian cómo reestructurar su clase de negocios haciéndola más asequible y mejorar los precios de las clases turistas, todo hace prever que, una vez superada la crisis, la oferta se corrija al alza para satisfacer las nuevas demandas del mercado.

Sin embargo, el crecimiento deberá verse limitado, a no ser que, como dice la Asociación Internacional para el Transporte Aéreo, se introduzcan sistemas más eficientes de vuelo y aviones que utilicen combustibles menos contaminantes.

Mientras tanto, el fantasma del «racionamiento» de los vuelos sigue ahí, ya que si la demanda crece y la oferta de asientos no puede incrementarse por las restricciones impuestas para preservar el medio ambiente, sólo veo un posible efecto: el incremento de los precios.

No es un escenario altamente improbable el hecho de que estemos ante el principio del fin de los vuelos baratos.

No sé si el uso de los biocombustibles y de aviones más eficientes podrán alejarnos de esta posibilidad, ya que estas alternativas de mejora no están tampoco exentas de inconvenientes.

Mi impresión es que debemos ser optimistas y suponer que los técnicos sabrán encontrar el modo de conjugar un incremento en la demanda de vuelos con la mejor defensa de nuestro medio ambiente.

Pero, por si acaso, yo le recomiendo que aproveche y viaje ahora que los vuelos son baratos. Nunca se sabe si podremos hacerlo en el futuro sin un gran esfuerzo económico.

En un mundo bajo la amenaza inminente del calentamiento global quizá viajar en avión sea un lujo al alcance sólo de las clases adineradas y... ¡de los políticos!

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Comprar un vuelo barato en fechas flexibles




Ahora que la crisis hace que todos dispongamos de menos dinero para dedicarle a nuestros viajes, cobra mayor relevancia poder conocer mejor los sistemas disponibles para poder obtener vuelos a precios baratos.

Ya desde hace mucho tiempo se viene recorriendo este camino y los sitios web de los proveedores de viajes mejoraron sus herramientas para que se conozcan mejor las ofertas de las aerolíneas para volar a precios baratos.

Recordemos que los sitios web con motores de búsqueda para comparar los precios de los vuelos entre varios proveedores, que a su vez incorporan low-cost y líneas regulares en sus ofertas, nos permiten analizar los precios de los vuelos puntualmente y descubrir si se ha incluido alguna oferta en el sistema que nos venga bien con las fechas en que tenemos previsto volar.

Además, los analizadores de precios de los vuelos, los gráficos de evolución del precio y otras herramientas permiten al comprador orientarse sobre cómo conseguir un buen precio para su vuelo.

Ahora bien, las ofertas de precios bajos no siempre se sitúan uniformemente en el plano temporal; hay días en que los precios son más altos, y, sin embargo, en días anteriores o posteriores podemos volar al mismo destino a precios mucho más bajos.

Así, por el simple hecho de hacer el viaje en un día u otro se puede obtener un descuento importante. Esto no siempre ocurre, hay tramos planos de precios para determinados vuelos durante días.

También se acostumbra a decir que algunos días de la semana es más barato viajar que otros. Por ejemplo, situar la salida y el regraso en martes, miércoles o sábado puede hacer que se consiga una tarifa más baja.

Vamos a usar datos reales para ver si puede confirmarse este extremo fácilmente.

Si tomamos un vuelo de Madrid a París en el mes de marzo, con duración de siete días y con salidas del 1 al 7, podemos observar que el precio volando por medio de Ryanair (low-cost) es de 29 euros excepto el viernes, que viajando con otras aerolíneas nos costaría el vuelo 60,20 euros.

Si se considera un vuelo intercontinental de Madrid a Nueva York, en las mismas fechas, observamos que nos costaría 431 euros, sin variación alguna. Incluso si cambiamos de mes y prevemos viajar en febrero con salidas del 1 al 7 de ese mes seguiríamos teniendo el mismo precio de 431 euros.

Dependiendo del país y de las aerolíneas que intervengan hay diferencias notables entre lo que puede ahorrarse viajando en fechas flexible, además de que habrá que saber que días son en cada caso los más baratos.

Se puede ver que, por ejemplo, volar de Sevilla a Barcelona nos costará 66,88 euros si lo hacemos del lunes 9 de febrero al sábado 14 del mismo mes, pero tendremos que pagar 82,88 si viajamos del domingo 8 al jueves 12 de febrero.

Es decir, que no resulta siempre acertada la suposición de que algunos días de la semana se puede volar mucho más barato. Ciertamente, en algunas ocasiones esto puede ser así, pero tendremos que averiguar en cada caso cuales son los días en los que podemos volar a más bajo precio.

Recordemos que algunas ofertas de precios bajos se limitan a unas determinadas fechas y su duración no suele ser muy prolongada; lo importante si podemos volar en las fechas propuestas, es detectar la oferta y comprar los billetes en ese momento.

No hay que olvidar tampoco que, a veces, el tiempo de duración de nuestra estancia en destino puede aumentar el precio del vuelo. En general, si la estancia es de más de 30 días, el precio es mayor.

Como ejemplo, podemos ver que un vuelo de Madrid a Acapulco con salida del 3 de febrero y regreso el 3 de Marzo nos costará 779,29 euros mientras que si retrasamos el regreso al 4 de Marzo ya el precio se habrá incrementado hasta los 853,13 euros.

Hay también casos en los que la duración de la estancia en destino no influye, pero, en cambio, puede resultar más caro volar el miércoles que el lunes.

Un vuelo de Madrid a Londres con salida el lunes 6 de abril y regreso el sábado 9 de mayo costará 65,50 euros, mientras que si salimos el miércoles 8 de abril y regresamos el miércoles 6 de mayo el precio del vuelo será ya de 92,16. En ambos casos, se trata del mismo vuelo y aerolínea, en este caso AirComet.

Por tanto, si bien es posible que el comprador pueda ahorrar dinero si sus fechas para viajar son flexibles, también lo es que, según sea el itinerario buscado, la dificultad para averiguar qué días son esos y si encajan en el plan de viaje del comprador suele ser considerable.

Siempre se puede intentar buscar el vuelo en el sitio de los proveedores con varias fechas de salida y regreso que estén dentro de la necesidad del viajero, determinándose así el más barato de entre los ofrecidos por el proveedor.

Muchos sitios web de los vendedores ofrecen mecanismos para ver con cierta facilidad los precios de fechas anteriores y posteriores a la señalada por el comprador al iniciar su búsqueda.

No obstante, sin un sistema automático que maneje y evalúe los datos a partir de las fechas indicadas por el comprador, determinar qué día será más barato el vuelo buscado no es una tarea fácil ni cómoda que ofrezca una solución precisa y eficaz.

A medida que los analizadores de precios de vuelos vayan dando solución al manejo de estos datos podrá ser más fácil encontrar qué días pueden ser más adecuados para volar a precios verdaderamente baratos.

jueves, 3 de septiembre de 2009

Cómo pagar menos dinero por su vuelo que su vecino del asiento de al lado




Recientemente, tenía que tomar un avión desde Madrid y como quiera que no vivo en la capital de España decidí que lo mejor era tomar un autobús hasta allí y evitarme la molestia de conducir tanto el trayecto de ida como el de vuelta, amén del gasto que supone el aparcamiento del vehículo, ya que me parece incongruente tomarse la molestia de conseguir un vuelo barato y gastarse lo ahorrado en gasolina y estacionamiento del automóvil.

Mientras hacía fila esperando mi turno ante la ventanilla de la línea de autobuses pensaba si el precio del pasaje habría variado con relación a la vez anterior que usé el servicio.

Cuando ya sólo quedaba una persona delante de mí, un cartel anunciador de los precios me sacó de duda: el precio era el mismo de siempre.

Estaba claro que todas las personas que compraron su billete para el autobús pagaron lo mismo, tanto la que sentó a mi lado como la que se situó en el otro extremo del autobús.

Hay muchos que aún hoy creen que en un viaje aéreo sucede lo mismo, es decir, que todos los viajeros de clase turista han pagado el mismo precio por su billete.

Y también piensan que los precios no varían en el transcurso del tiempo o lo hacen muy lentamente y que, a lo sumo, cuando falta muy poco para la salida del vuelo quizá los precios suben si no quedan apenas plazas en el avión, o bajan si el avión va medio vacío.

También saben que viajar cuando todo el mundo lo hace, en el verano, es más caro que hacerlo cuando viaja menos gente, por ejemplo, en noviembre o febrero.

Algunas de estas cosas son ciertas, pero otras no. Viajar cuando viaja la mayoría de las personas es más caro que hacerlo cuando la demanda es mucho menor.

Cuando hay menos demanda, las compañías aéreas tratan de reducir la oferta de asientos, retirando aviones o frecuencias de vuelo, como está sucediendo ahora. Y, si no se cubren las expectativas, bajando los precios para tratar de operar los vuelos con una ocupación rentable de los aviones.

También hay muchos pasajeros que piensan que comprando el vuelo con mucha anticipación se consigue mejor precio, pero esto no siempre es así.

Hay algunas veces que puede ser así, sobre todo si luego la demanda aumenta y suben los precios, pero en la mayoría de los casos el hecho de comprar con mucha anticipación no supone ningún ahorro, antes al contrario, ya que cuando falta mucho para la salida del vuelo suelen darse unas tarifas más elevadas que cuando faltan entre uno y tres meses.

Pero como las aerolíneas tienen bien segmentados a sus clientes, saben que siempre hay una cantidad de ellos que comprarán con mucha anticipación basados en la creencia de que así ahorran dinero y se aseguran su vuelo, por lo cual se les aplican tarifas más altas que a los pasajeros que compren su vuelo después.

Cuando va faltando menos tiempo para la salida del vuelo aumenta la cantidad de pasajeros revisando precios para decidir o no su compra en ese momento.

Si la ocupación del vuelo no va muy bien, aumentan las ofertas de precios más bajos con objeto de que los indecisos tomen la decisión de compra en ese momento. Los precios fluctúan rápidamente: en un día, por las diversas circunstancias, pueden subir y bajar varias veces.

Durante ese periodo, saber cuándo hay que comprar es esencial, pero en absoluto tarea fácil, especialemente si no se tiene idea de cual puede ser un buen precio para el vuelo que se busca.

De comprarlo hoy a hacerlo mañana la diferencia puede llegar en casos extremos al cien por cien, y, en muchos casos, al 40 o al 50 por ciento.

Las personas que usan un comparador de precios, de los que tanto abundan actualmente, sin saber qué precio puede conseguirse para las fechas elegidas, pueden comprar su vuelo por 800 euros, por ejemplo, creyendo que hacen una magnífica compra ya que el resto de resultados del comparador ofrece precios muy superiores, cuando, en realidad, en un par de días se podrá comprar el mismo por 450 euros, por lo que el pasajero que lo consiguió a este precio puede ir perfectamente en el asiento de al lado del que gastó 800 por el suyo.

Debido a esta complejidad y fluctuación rápida de las tarifas de los precios de los vuelos es por lo que fácilmente su compañero de asiento en el vuelo que usted haga elegido puede haber pagado mucho más o mucho menos de lo que haya pagado usted mismo.

¿Cómo hacer para que sea usted el que ha pagado menos? La cuestón no es fácil de responder ya que no hay herramientas que nos den la respuesta exacta.

Sin embargo, lo primero que se tiene que saber es cual sería el mejor precio para su vuelo, lo que hará que pueda tomar la decisión de comprarlo en el momento más favorable.

Usar de un sistema de análisis de precios le servirá de ayuda para conocer cuando un precio puede ser realmente un buen precio.

Eso sí, aun tomando todas las precauciones nunca estaremos seguros de haber comprado al mejor precio posible.

Por todo ello mi principal recomendación es que jamás pregunte a su vecino de asiento cuanto le ha costado su vuelo si desea tener un feliz viaje.

Reprima sus ganas de preguntar esta cuestión, como lo hace el profesor Francisco Cabrillo en su excelente artículo Crisis económica y tarifas aéreas, ya que en la vida no todo es ahorro: démonos un respiro para ser felices y mejor hablemos con nuestro vecino de al lado de otras cosas.

PD. No olvide llevar a mano la caja de paracetamol por si finalmente no puede resistir la tentación de formular la pregunta fatal.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Indicador de precios de vuelos



Una de las ideas que subyacen en la mente de muchos compradores de billetes de avión es que los precios de los mismos sufren lentas variaciones, incrementándose, en general, a medida que se acerca la fecha de salida del vuelo.

Por ello, es idea común que cuanto antes se compre el vuelo más barato puede conseguirse.

A lo sumo se piensa que si baja el precio del barril de petróleo también bajarán los vuelos o si éste sube, subirán o se aplicarán suplementos por carburante.

Todo ello es relativamente cierto, pues, en general, en los momentos en que el barril de petróleo descendió hace unos meses incluso por debajo de los 50 USD, los precios de los vuelos en general se observan relativamente más bajos que cuando el costo del petróleo superaba los 150 USD.

Pero el costo de los billetes de avión depende de muchos otros factores, incluida la demanda, ahora disminuída por efecto de la crisis generalizada que aún continúa.

Por eso, cuando es posible prever el vuelo con bastante anticipación aumentamos el margen de maniobra para conseguir un vuelo más barato.

Existen múltiples sitios web en Internet que nos facilitan información sobre dónde comprar vuelos baratos.

Son sitios llamados comparadores de precios que extraen información de varios proveedores y la reúnen en un listado de vuelos para el itinerario solicitado, ordenado generalmente desde el vuelo más barato al más caro.

Pero la información que suministran no es generalmente relevante excepto que estemos dispuestos a efectuar la compra en ese momento, ya que su única utilidad consiste en indicarnos qué proveedores lo venden más barato en el instante de la consulta.

Además, no debería hablarse de proveedores más caros o más baratos en la venta de billetes de avión, ya que realmente esto no siempre es así, pues los gastos de gestión son los únicos que pueden mantener pequeñas diferencias, de unos pocos euros, el resto de la diferencia de precios está constituida por el hecho de ser distinto el vuelo que venden, ya que algunos proveedores pueden incluir o no ciertas líneas aéreas de low cost u otras combinaciones de aerolíneas, con más o menos escalas, y que, a veces, abaratan el vuelo del itinerario.

Ni en los sitios web que comparan precios de vuelos ni en los propios sitios de agencias de viajes o aerolíneas encontramos instrumentos de ayuda para orientarnos en qué momento debemos comprar nuestro vuelo para que nos resulte más barato.

Lógicamente, en los sitios de los vendedores no podemos esperar que nos hagan indicación de que el precio a que en ese momento se vende el vuelo es caro y que, si faltan semanas para la fecha de salida, nos sería conveniente esperar a comparalo un poco más adelante.

Cualquiera, con nociones elementales de marketing, conoce que cuando un cliente requiere al vendedor para comprar algún producto, sea un vuelo o un mueble para la decoración del hogar, el vendedor tendrá que presentarle el producto de la forma más atractiva, convencerle de que el precio es el mejor que puede encontrar en ese momento en el mercado y tratar de cerrar la venta en el acto, evitando que el cliente pregunte a otros vendedores de la competencia, donde de paso podría efectuar ya la compra de su producto.

Algo mejor, de cara a la persuasión clientelar, lo tienen los sitios web que comparan precios, ya que indican al cliente en qué proveedor debe comprar su vuelo para ahorrarse un dinero (aunque ya hemos visto que quizá no mucho) y además cuentan con la ventaja del consejo en cierta medida desinteresado, ya que no venden vuelos directamente ni son agentes de viajes, financiándose por medio de la publicidad e ingresos de las comisiones de venta de sus proveedores afiliados.

Ninguna información encontraremos en los sitios web relacionados si deseamos saber el momento en que nos será más conveniente comprar nuestro vuelo para conseguirlo a un buen precio, si no es posible hacerlo al mejor precio, ya que esto es algo realmente difícil y que a veces sólo una feliz coincidencia puede hacernos conseguir.

Al lanzar la búsqueda de nuestro vuelo en el sitio del vendedor sabremos el precio actual, pero no sabremos si ese en un buen precio o no.

Por ejemplo, un vuelo desde Milán, Italia a Palma Mallorca, España vemos que puede venderse en este momento por 233 euros, pero no sabemos si ayer se vendía por 180, o hace una semana por 145, o si hasta hace tan sólo un par de horas se vendía a un precio de 380 euros.

En un caso, podemos estar en presencia de un precio muy malo, ante el que conviene esperar antes de comprar (si es posible) y en el otro caso ante un precio muy bueno que sin duda nos llevará a comprar en ese momento con cierta garantía de haber conseguido un buen precio para ese vuelo.

En los sitios web analizadores de precios de vuelos podemos encontrar una ayuda en relación con esta orientación sobre un buen precio para un determinado vuelo.

Si hemos obtenido un precio que nos parece adecuado en los sitios de vendedores o comparadores de precios siempre podremos analizarlo para saber si estamos ante la presencia de un buen precio o no para comprar en ese momento.

También podemos ahorrar tiempo y analizar el precio de un vuelo directamente, ya que los sitios web analizadores de precios de vuelos disponen de un buscador donde podremos incluir los datos del vuelo que buscamos.

Una vez que tengamos el resumen de datos históricos que nos facilita el analizador y la calificación que nos da el indicador de precios sobre si el precio actual es un buen precio o no lo es, podemos decidir si nos conviene esperar antes de efectuar la compra del vuelo o si es más conveniente hacerlo en ese momento, teniendo en cuenta que ya el analizador nos facilita el acceso directo a los proveedores que están ofreciendo en ese momento el mejor precio.

¿Qué convendrá hacer si el indicador nos dice que estamos en presencia de un mal precio en el momento de la consulta?

En ese caso, a no ser que nuestro vuelo esté a pocos días de su salida, convendrá no comprar inmediatamente y continuar con el análisis en días posteriores.

Si obtenemos un precio bueno o muy bueno y no faltan muchos días para que tenga lugar la salida del vuelo puede convenirnos comprar ya en ese momento.

Finalmente, si el indicador de precios dice que se trata de un precio bueno o muy bueno, pero aún faltan tres o más meses para la salida del vuelo, convendrá esperar, no comprando de inmediato, pues aún pueden obtenerse mejores precios en algún momento de los próximos días o semanas.

Saber el instante en que es más adecuado comprar, al igual que sucede al comprar valores bursátiles, por ejemplo, puede llevarnos a sustanciosos ahorros o conseguir vuelos directos o con pocas escalas a precios baratos.

Conocer el proceso a seguir y usar adecuadamente las herramientas disponibles en cada momento son factores que mejorarán las posibilidades de pagar poco por un buen vuelo y disminuirán el tiempo invertido en la selección del vuelo que buscamos.
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