Si por fin consiguió reservar su billete de avión a precios razonables puede sentirse afortunado, y de verdad que le felicito por su habilidad y paciencia que, seguro, de esto último habrá un empleado un rato.
Es irritante que se cambie sin previo aviso la compañía que operará el vuelo y más si también se cambia el horario.
Este problema puede considerarse menor a la vista de la lista de actuaciones desconsideradas a que somos sometidos muchos pasajeros durante el vuelo.
Pero no deja de ser molesto que si se piensa que se viajará con la compañía A, resulte que finalmente seamos transportados por la aerolínea B, sin que nadie haya tenido el detalle de advertirnos de tal cosa.
A veces, también se cambian los horarios, lo que puede ocasionar un mayor trastorno a los pasajeros, sobre todo si viajan en un vuelo en conexión.
Además, ahora que las aerolíneas venden cualquier comodidad bajo la modalidad de pagar un suplemento, como por ejemplo, la posibilidad de sentarse en una butaca más cómoda con mayor espacio para las piernas, puede suceder, y de hecho sucede, que se encuentre usted que la aerolínea recortó capacidad para ese vuelo empleando una aeronave más pequeña y el ansiado y cotizado espacio se ha esfumado por arte de magia.
Claro que si esto le parece una faena, imagínese que paga un recargo de 100 euros, por ejemplo, por ir en un asiento con mayor espacio y cuando llega al avión se da cuenta que va a la mitad de ocupación, y tiene al compañero de al lado viajando acostado en los asientos centrales vacíos, sin haber pagado un euro por esa comodidad.
Sí, esto también es desconsiderado e irritante.
Pero no es todo: otra irritante y quizá desagradable sorpresa le puede esperar si usted comenta inocentemente el precio de su vuelo con el vecino de asiento y éste le dice que pagó 400 euros por el suyo, mientras que a usted le costó casi 1.000 euros.
El sistema de fijación de precios de las aerolíneas es un misterio inextricable, y nunca estaremos seguros de que hemos pagado el mejor precio posible por nuestro vuelo.
Por eso, para no llegar a nuestro destino de mal humor es preferible que no se nos ocurra hablar del precio del vuelo con nuestro compañero de al lado.
Eso sí, si lo hace no se sienta culpable de no haber sabido comprar su vuelo a un buen precio… ¡nadie sabemos!, aunque si usa nuestro sistema puede obtener una ayuda importante para orientarse en lo que puede ser un buen precio para su vuelo.
Porque, en realidad, no hay herramientas eficaces a nuestro alcance que nos ofrezcan una solución definitiva para comprar el vuelo al mejor precio, aunque algunos estén enamorados de los buscadores mágicos que nos dirán dónde se puede comprar el vuelo más barato.
Puede que estos compradores no adquieran un vuelo económico, pero si lo creen pueden ser más felices que quien tiene la visión de la cruda realidad, y eso también es importante.
Y es que quizá lo más irritante es que traten de hacernos creer (y a veces lo consigan) que hemos reservado nuestro vuelo a 6 euros, cuando finalmente hayamos llegado a pagar por el mismo 80 euros.
Claro que seguro que a usted ya le ha pasado algo parecido en alguna ocasión: de verdad que me encantaría escuchar su historia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario