La cada vez mayor cantidad de bajas de los controladores aéreos en el aeropuerto español de Barcelona se ha constituido en una amenaza para la fluidez del tráfico aéreo este fin de semana, uno de los de mayor afluencia de pasajeros, debido al cambio de quincena de las vacaciones de verano.
Según indica AENA, en la noche de este viernes estaba previsto que faltasen a su trabajo por motivo de la baja 7 de los 18 controladores del centro de control.
Considera sin embargo que “la situación será especialmente grave el domingo, ya que en el turno de mañana, que comienza a las 07.30 horas, no irán a trabajar 18 controladores, lo que supone una tercera parte de los programados”.
AENA tiene previsto que para paliar los efectos del alto absentismo laboral se designen siete servicios obligatorios.
La entidad dice que los servicios de inspección de la Seguridad Social están investigando todas estas bajas.
La gran cantidad de bajas de los controladores supondrá, a juicio de AENA, demoras de hasta cuatro horas que se traducirán en los correspondientes perjuicios a pasajeros, compañías aéreas y al sector turístico en general.
La falta de controladores ha afectado también al Aeropuerto de Girona, al tener que permanecer cerrado durante casi dos horas.
Las aerolíneas, por su parte, han manifestado que la puntualidad de los vuelos operados en España ha descendido hasta mínimos históricos, especialmente en los aeropuertos de Madrid y Barcelona, debido a los retrasos provocados por los controladores.
El sindicato de controladores USCA, sin embargo, cree que los retrasos producidos son como consecuencia de la escasez de la plantilla y de las bajas médicas por causas objetivas, rechazando que se trate de un problema de absentismo.
Además, miembros de este colectivo han expresado su malestar por el estrés y ansiedad que reina en los centros de trabajo, junto a la gran cantidad de horas que a veces tiene que trabajar este personal.
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