John Tyner, de 31 años de edad e informático de profesión, propició una confrontación con los agentes de la Administración de Seguridad del Transporte (TSA), que se encontraban de servicio cuando al pasajero le tocó el turno de ser revisado en el aeropuerto de San Diego, bajo las nuevas y estrictas normas de seguridad en los vuelos que rigen en Estados Unidos después de las últimas amenazas recibidas.
El joven, se negó a pasar por la máquina de Rayos X, por lo que se le indicó que debería ser revisado por una persona de su sexo, pero Tyner le advirtió al agente que si le revisaba también los genitales le haría arrestar.
El agente llamó a su supervisor, que trató de convencerle, sin éxito, de que se trataba de una medida de seguridad, no de un acoso sexual como el pasajero estaba refiriendo.
Finalmente la revisión no pudo ser completada, por lo que se le denegó el acceso al avión, y tuvo que desistir de su propósito de volar a Dakota del Sur, que era su destino.
El pasajero grabó con la cámara de su teléfono móvil el incidente, y posteriormente lo colgó en Internet donde ya ha recibido cientos de miles de visitas, además del apoyo en las redes sociales por parte de miles de seguidores.
Debido a que según una ley federal, el pasajero no tenía derecho a abandonar la revisión una vez que la misma había dado comienzo, se enfrenta ahora a una posible multa de hasta 11.000 dólares.
La TSA cree que debido al hecho de haber grabado la confrontación, el incidente podría ser un acto para llamar la atención.
Como se sabe, desde hace algunos días, las normas de seguridad para ingresar en Estados Unidos se han endurecido, por lo que todos los pasajeros que vayan a abordar un avión tendrán que ser escaneados o dejarse cachear por una persona de su mismo sexo.
Sin embargo, miles de pasajeros critican esta medida por considerar que viola su libertad, al permitir que el agente ante la pantalla observe las partes íntimas de la persona escaneada.
La administración ha reiterado que dichas imágenes no pueden ser almacenadas, ni muestran la cara de la persona revisada, siendo sólo vistas por agentes que no tienen contacto visual directo con el examinado.
Las aerolíneas, por su parte, temen que estas medidas disminuyan el número de personas que empleen la vía aérea para viajar durante las próximas vacaciones de Navidad y Año Nuevo.
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