sábado, 15 de enero de 2011

Cómo afrontar las molestias de los vuelos

Hace unos años viajar en avión era una experiencia agradable, ya que las atenciones dispensadas por la aerolínea y los servicios especiales hacia los pasajeros aportaban comodidad y placer al hecho de viajar en avión.

Desgraciadamente, en la actualidad, los vuelos no presentan esta cara placentera de hace tiempo, a no ser que usted tenga la suerte de viajar en primera clase, y aún así no podrá evitar algunos de los aspectos desagradables o molestos, como son las revisiones, en especial si viaja usted a Estados Unidos.

En algunos vuelos, el trato de las azafatas y el personal auxiliar para con los pasajeros es deferente y adecuado para hacer que el pasajero se sienta cómodo, pero en algunas compañías, especialmente si son de bajo costo, parece que este trato deferente brilla por su ausencia: quizá dispensan a los clientes un trato también de bajo costo.

Ya antes de viajar, el mero hecho de reservar el vuelo que nos conviene por medio de la página web de la aerolínea o de la agencia de viajes correspondiente puede ser una experiencia frustrante.

Los precios finales no se pueden ver fácilmente, a veces hay casillas preseleccionadas que nos venden seguros de viaje u otros conceptos adicionales que tendremos que desmarcar si no queremos comprar el producto auxiliar, hay informaciones confusas y otra legión de inconvenientes que hacen que, si no se está muy atento al proceso, fácilmente terminemos pagando mucho más por el vuelo de lo que habíamos previsto inicialmente.
Examine toda la información en cada uno de los pasos de compra, desmarque las casillas para adquirir servicios que no le convengan y lea atentamente las condiciones del contrato antes de validar su compra.

Si por fin consiguió su vuelo a buen precio, puede considerar que ha superado un punto de gran importancia, pero aún así el curso del vuelo está plagado de otros inconvenientes y molestias.

Muchos pasajeros experimentan cuadros de estrés o ansiedad la noche antes de salir hacia el aeropuerto, especialmente si les espera un largo viaje, incluido malestar, falta de sueño y molestias digestivas, todo ello ante el temor a perder el vuelo, tener problemas con su equipaje, perder conexiones por retrasos en los vuelos o desconocimiento de los aeropuertos donde se hace escala, y otros aspectos similares.
Procure relajarse la noche anterior, no pensar en aspectos desagradables del vuelo, como revisiones, colas, escáneres, y dormir suficientemente para encontrarse descansado: un baño y una infusión relajante pueden ayudar a algunas personas a dormir bien la noche anterior a la salida del vuelo para encontrarse en mejores condiciones al día siguiente.

Las revisiones en los aeropuertos se han ido incrementando últimamente con objeto de mejorar la seguridad, pero esta mejora tiene el inconveniente de que las inspecciones son más minuciosas y molestas.
Conviene llegar al aeropuerto con unas tres horas de anticipación para tener tiempo suficiente para superar las filas que se forman en los filtros de inspección y en los mostradores de facturación.

En los controles nos pedirán quitarnos la chaqueta, el cinturón, y depositar los objetos metálicos que portemos en la correspondiente bandeja.

Si llevamos computadora portátil tendremos que sacarla de su funda y colocarla sobre una bandeja: en alguna ocasión hasta me han pedido que la conecte y han observado si funcionaba.

A veces también hay que quitarse los zapatos y depositarlos en otra bandeja para que puedan ser pasados independientemente por la máquina de rayos X o examinados manualmente.

Y ya no digamos si llevamos líquidos, geles, polvos o productos de similar tenor: los que superen los 100 mililitros irán directamente al contenedor de productos desechados, así que hay que tener cuidado si no quiere irse despidiendo de la espuma de afeitar o del bote de desodorante.

También los cortauñas y las pequeñas navajas de viaje están totalmente proscritas y en muchos casos no pasarán los filtros e inspecciones.
Para no llevarse mal rato, no transporte en el equipaje de mano algunos de estos elementos prohibidos, vea que los envases de adecúan a las exigencias de la normativa y llévelos en una bolsa transparente para que el proceso de inspección sea más rápido.

Además de esto, usted podrá ser revisado mediante el uso de un escáner corporal o mediante un cacheo manual que en Estados Unidos ha levantado quejas de muchos pasajeros al incluir el examen de las partes íntimas de las personas en busca de materiales prohibidos.
Tenga paciencia y contemple estos procedimientos como necesarios para la seguridad: de esta forma podrá iniciar su vuelo sin el ánimo alterado por estos inconvenientes.

Superados los filtros de seguridad, es muy probable que tenga algún contratiempo al facturar sus maletas si no ha tenido la precaución de controlar el peso de su equipaje, ya que muchas aerolíneas cobran ahora por el exceso de peso en los equipajes o por documentar una segunda maleta.
Controle el peso de su equipaje si no quiere recibir la desagradable sorpresa de tener que abonar en el momento de facturar un recargo por haber excedido el peso o el número de equipajes que su aerolínea le permite facturar sin cargo.

Recuerde que en los sitios web de la aerolínea encontrará información sobre el peso, las dimensiones y el número de maletas que se pueden transportar sin cargo en función de la duración de los vuelos.

Recuerde que las dimensiones de su maleta son importantes: si se excede muchas aerolíneas le exigirán el pago de un recargo.

Si se ha informado adecuadamente de todos estos aspectos es poco probable que tenga inconvenientes para poder acceder al avión rumbo a su destino, pero en ese momento su vuelo acaba de comenzar y nuevos contratiempos e incomodidades le acechan.

En un próximo artículo le comentaré cuales pueden ser estos inconvenientes y las fórmulas a aplicar para que sean más llevaderos.

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