Los españoles y visitantes que hayan previsto tomar sus vacaciones de Semana Santa haciendo uso del transporte aéreo pueden ver como se echan a perder las mismas, debido a un anuncio de huelga que están redactando los sindicatos con objeto de convocarla para el próximo día de Jueves Santo.
La idea manifestada por los mismos es la de convocar un paro de 24 horas en los aeropuertos el 21 de abril, día de Jueves Santo, y fecha en la que se inicia la “operación salida”, en la que miles de españoles se disponen a hacer uso de los transportes aéreos para dirigirse a sus destinos vacacionales.
La huelga, situada en la fecha de mayor acumulación de ciudadanos en los aeropuertos, deteriora la imagen de España en el exterior y amenaza con ocasionar daños en la actividad turística.
Un portavoz del comité de empresa de AENA, se permitió recomendar a los pasajeros que tengan un billete de avión para esas fechas “que lo cambien”, ignorando que la mayor parte de las personas que tomarán sus vacaciones en esa semana no pueden elegir libremente el día que las iniciarán por razones de trabajo.
El próximo martes los sindicatos Comisiones Obreras (CC.OO.), Unión General de Trabajadores (UGT) y Unión Sindical Obrera (USO) tienen previsto registrar la convocatoria de huelga en el Ministerio de Trabajo.
La medida de fuerza será tomada para protestar contra la privatización parcial del sector que está llevando a cabo el Gobierno, y que estiman que es contraria a los intereses de los trabajadores.
Los sindicatos no descartaron tampoco llevar a cabo otra paralización de los aeropuertos a finales de julio, en coincidencia con la operación de salida y regreso de las vacaciones de verano.
Por su parte, AENA ha señalado en un comunicado que “ha adquirido ya significativos compromisos con los sindicatos para garantizar los derechos de los trabajadores”.
El gestor aeroportuario ha destacado que “está plenamente dispuesta a continuar negociando para ampliar las garantías que ya se han acordado lo máximo que sea posible”.
En tanto que los sindicatos creen que la privatización parcial supone un grave recorte a los derechos de los trabajadores, otros sectores sociales estiman que se trata únicamente de la defensa de privilegios, a no ser que como recorte se entienda el hecho de trabajar en la empresa privada como lo hacen la mayoría de los españoles.
La mayor parte de los más importantes aeropuertos del mundo se encuentran en manos privadas o están también en proceso de privatización, en tanto que la calidad y prestaciones que suministran a sus usuarios son superiores a las que se dan en los aeropuertos españoles, que nunca han alcanzado un primer nivel de las mismas en el contexto internacional.
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