La Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) de México ha suspendido las licencias a dos pilotos, dos copilotos y una sobrecargo mexicanos por volar o intentar hacerlo en estado de embriaguez, según ha dado a conocer en un comunicado la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) del país azteca.
Según la información oficial, el sábado 12 de marzo se tuvo que cancelar el vuelo 657 de Aeroméxico, de San José de Costa Rica a Ciudad de México, como consecuencia de que el piloto y el copiloto que debían efectuarlo “se encontraban no aptos para realizar de forma segura y eficiente sus actividades por estar bajo la influencia del alcohol”.
Posteriormente, este miércoles, las autoridades del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, fueron avisados de que el piloto, copiloto y sobrecargo del vuelo 402 de Aeroméxico que acababan de efectuar el mismo desde Puerto Vallarta, Jalisco, se encontraban “bajo la influencia del alcohol”.
Tras ser requerida la tripulación en el área de Medicina de Aviación de la SCT, se comprobó la veracidad de esta situación, motivo por el cual la DGAC ha procedido a suspender la licencia a los dos pilotos, dos copilotos y una sobrecargo que estuvieron involucrados en los hechos, al “contravenir disposiciones normativas vigentes”.
Las autoridades han iniciado un procedimiento administrativo con objeto de revocar las licencias correspondientes.
La nota de la SCT señala que las aerolíneas deben adoptar las medidas necesarias para garantizar la seguridad de la aeronave y de su operación con objeto de “proteger la integridad física de los usuarios y de sus bienes, así como la de terceros”.
Por este motivo también se ha iniciado un procedimiento administrativo para determinar si Aeroméxico ha incurrido o no en responsabilidad a raíz de estos hechos.
Por su parte, Abraham Zamora, director Ejecutivo de Asuntos Corporativos de Aeroméxico, dijo en entrevista de María Carmen Cortés del programa “Fórmula Financiera”, que en los dos casos la empresa había puesto los hechos en conocimiento de las autoridades aeroportuarias correspondientes.
El directivo destacó el hecho de que en el caso del vuelo de Puerto Vallarta a Ciudad de México, a pesar de advertir a las autoridades del aeropuerto que la tripulación no se encontraba apta para efectuar su trabajo, éstas despacharon el vuelo de todos modos.
“Se reportó esto a la comandancia del aeropuerto”, dijo Zamora, “y nos dijeron que no tenían personal para atender este asunto”.
Finalmente, los pilotos en “estado no apto para volar”, subieron al avión y el aeropuerto, aun conociendo la situación, según Aeroméxico, autorizó su salida.
Afortunadamente, no hubo que lamentar ninguna desgracia, llegando indemnes pasajeros y tripulantes a su destino en Ciudad de México.
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