En vuelos de corto o medio recorrido, nacionales o internacionales, es mucho más fácil encontrar precios razonables por medio de compañías aéreas de bajo coste, como es el caso, aquí en España, de operadoras como Ryanair o easyJet, entre otras, con las que además volaremos en rutas directas, donde quizá el principal inconveniente puede ser que el aeropuerto de llegada no esté tan cerca de nuestro destino final como sería de desear.
Gastos ocultos
Si no se tiene experiencia de anteriores viajes conviene también evaluar previamente el costo del desplazamiento desde el aeropuerto de llegada al lugar al que nos dirijamos, pues a veces, podemos optar por otra aerolínea con un precio algo superior, pero que vuela a un aeropuerto más cercano a nuestro destino, por lo que comprar el vuelo más barato nos haría perder dinero, y, probablemente, tiempo activo de nuestro viaje.
Además, en este tipo de vuelos, hay que considerar que los cargos por facturación de equipaje suelen ser bastante elevados, por lo que si no tenemos más remedio que llevar un equipaje abundante, seguramente nos resultará más barato viajar con alguna compañía alternativa, que aún ofreciendo vuelos más caros tenga un mejor tratamiento económico en el aspecto del equipaje transportado.
Sin embargo, si no tenemos intención de llevar ni traer más que una pequeña pieza de equipaje de mano, entonces seguramente elegir compañías de bajo coste, con fuertes restricciones en este aspecto, como es el caso de Ryanair, puede resultarnos rentable, ya que no tendría objeto pagar una tarifa mayor en compañías con menores limitaciones para el transporte del equipaje si no tenemos intención de usar estas prestaciones.
Bajo coste no es igual que bajo precio
También hay que pensar que, contrariamente a lo que suele creerse, no siempre las aerolíneas reconocidas o reputadas como de bajo coste serán las que tienen el mejor precio para unas fechas y rutas determinadas, sobre todo cuando hay varias que compiten en las mismas y que ocasionalmente pueden presentar ofertas que podamos aprovechar para viajar a un precio menor que en una de bajo coste, disfrutando de mejores prestaciones y ahorrando dinero.
Por ejemplo, Ryanair se autodefine como la única aerolínea “ultra low cost” de Europa, pero esto no significa que sus precios sean siempre los más baratos considerados de forma individual, ya que una parte de sus bajos costes contribuyen a engrosar los beneficios de su cuenta de resultados, y no se aplican para que todos sus clientes obtengan de forma sistemática el mejor precio posible en todas sus rutas.
Por eso, incluso tratándose de comprar billetes para vuelos en compañías de bajo coste debemos evitar caer en la tentación de suponer que una aerolínea nos ofrecerá siempre el mejor precio, ya que esto podría llevarnos a perder la oportunidad de conseguir un vuelo más satisfactorio y barato viajando con otra compañía.
Comparar, analizar y decidir
En la compra de vuelos, sean internacionales o nacionales por medio de compañías de bajo coste, conviene también comparar siempre los precios por medio de un sistema comparador para descubrir las opciones más baratas que pueden pasar desapercibidas si directamente damos por supuesto que en determinada aerolínea encontraremos el precio más económico y ajustado a nuestras necesidades.
Para ahorrar más podemos tener también en cuenta el resto de aspectos que son comunes a todas las aerolíneas, como es el ajustar nuestro vuelo a las fechas de menor demanda y precio, evitar los días de la semana que en una determinada ruta ofrezca los vuelos más caros y hacer un seguimiento del precio para determinar cuándo será el mejor momento para comprar el billete para nuestro vuelo, ya que el que hoy nos costará un determinado precio mañana puede costarnos la mitad.
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